Foto: Facebook (@concacaf)
El 10 de octubre de 2018 pasará a la historia como el día en el que el fútbol femenil mexicano dio un paso atrás en su desarrollo. Más allá de un tropiezo, más allá de un simple error circunstancial, la derrota ante Panamá en el clasificatorio mundialista y la consecuente pérdida de los boletos a la Copa del Mundo de Francia y a los Juegos Panamericanos del 2019, es un fracaso rotundo de un presumido proceso del que se jacta la FMF.
La selección femenil mayor, la cual cuenta con jugadoras que han pasado por las diferentes categorías y otras que son deportistas consolidadas en Ligas de Europa, tales como la Iberdrola y la Liga de Islandia, es dirigida por Roberto Medina, antes estratega de la Selección femenil Sub 17 y posteriormente Sub 20 y que llegó al programa de las femeniles entre el 2008 y 2009 recomendado por el D.T. Leonardo Cuellar, quien en ese momento se encargaba de todo el teje y maneje de las selecciones femeniles.
Medina, que además fue auxiliar de Cuellar, tomó el cargo de Director Técnico de la mayor (sin anuncio, ni presentación oficial), en febrero del 2017, luego de que Cuellar fuera destituido de sus funciones con 18 años al frente y tras el fracaso por no clasificar a juegos Olímpicos de Río 2016.
Cabe destacar, que este despido ocurrió en abril de 2016 y durante los meses siguientes se mantuvo un total hermetismo en torno a quién sería el próximo director técnico, así como el proceso de elección del mismo y el plan de trabajo a seguir. Así pasó el tiempo en blanco para la selección, hasta que en febrero del 2017 y luego del anuncio de un partido amistoso de preparación ante Canadá, en la respectiva convocatoria figuró el nombre de Roberto Medina.
A partir de entonces se realizaron varios partidos amistosos de preparación con resultados poco satisfactorios ya que sólo se pudieron ganar dos de los ocho duelos disputados a lo largo del 2017.
La Liga MX Femenil arrancó formalmente el 28 de julio del 2017. El objetivo es tener una Liga de formación y por eso la base actualmente es sub 24, con un máximo de cuatro jugadoras de categoría libre por equipo (alineando sólo dos), todas de nacionalidad mexicana. El programa piloto de esta Liga fue el torneo de copa llevado a cabo del 4 al 6 de mayo del 2017 y cuyo campeón fue Pachuca.
Tras una serie de ajustes y nuevas visorías, así como cambios de algunos estrategas se llevó a cabo el torneo de Apertura 2017, cuyo campeón fue Chivas. Para el torneo de Clausura 2018 hubo un nuevo campeón; Tigres. Paradójicamente el América, equipo con más jugadoras en selecciones y quien es dirigido por Leonardo Cuellar no ha estado ni cerca de lograr ninguno de los tres campeonatos de dichos torneos.
En general, en la Liga hay varias jugadoras que están siendo regularmente convocadas o han sido alguna vez convocadas para entrenar con las diferentes categorías de la selección y poseen incluso experiencia mundialista, sin embargo no todas quedan en el corte final cuando de torneos internacionales se trata.
Durante años, siempre que se tenían fracasos en torneos la excusa era que no había Liga ni infraestructura y, ante la pregunta del por qué se convocaban a más jugadoras mexicoamericanas (algunas de ellas sin saber una pizca de español), que locales, la respuesta era que en México “no había donde buscar jugadoras”. Sin embargo, la Liga ha demostrado que eso no es del todo cierto, pues varias de las jugadoras que ahora forman parte de alguno de los equipos y que están destacando como goleadoras declararon haber buscado una oportunidad en el equipo nacional y por alguna circunstancia se les negó la oportunidad de fogueo y preparación.
Aparte del favoritismo por las mexicoamericanas, también es de muchos sabido que la selección nacional poco a poco fue convirtiéndose en un proyecto prácticamente familiar ya que Leonardo Cuellar invitó a su hijo Christopher Cuellar para que lo ayudara y posteriormente lo introdujo más hasta colocarlo fijo como estratega de la selección Sub 17. Medina se estableció en la Sub 20, equipo que no dudó en abandonar en el 2012, a escasas semanas del Mundial de la categoría en Japón cuando le llegó una oferta para el puesto de gerente deportivo del equipo Pumas. Finalmente, tras el fracaso en dicho proyecto, regresó en agosto del 2013 a su antiguo cargo en la selección femenil.
Con estos antecedentes nos queda preguntarnos ¿qué es lo que sucede con el famoso proceso que lleva a cabo la selección nacional? La formación de la Liga reflejaba un avance para el fútbol femenil mexicano y se rompieron expectativas en la primera temporada, pero ahora se dice que todo eso es engañoso. Entonces, ¿cuántos años más debemos esperar para que se vean resultados positivos del proceso del que tanto hablan? ¿Dónde queda la labor de más de 18 años de monopolio de Leonardo Cuellar y compañía en los programas femeniles?
Cabe destacar que en sus tres citas mundialistas, México no ha conseguido ganar un solo partido. Francia 2019 significaría su tercer mundial consecutivo, luego de que en Canadá 2015 terminaron en la antepenúltima posición. Es decir, se está hablando de tres años en donde México, ya con Liga establecida pasó de clasificar sin tantas complicaciones a quedar fuera al perder con selecciones con mucho menos recursos, (Panamá tiene poco tiempo con su Liga y su proceso de selección nacional con el actual entrenador tiene aproximadamente 8 meses, luego de cuatro años sin actividad alguna).
Lo cierto es que el equipo mexicano, -conformado por veinte jugadoras, nueve de ellas con experiencia mundialista y ocho que militan en la Liga MX Femenil-, pareció llegar a esta eliminatoria muy desenganchado, sin motivación ni ideas, aburrido y hasta inconforme, haciendo notar lo que pareciera un vestidor roto. Jamás se vio un equipo comunicado e integrado, en síntesis la mentalidad ganadora no viajó con ellas ni con su estratega. Contrario a lo que se declare en la directiva, la realidad es que hay poca fe en el proyecto de Liga y en selecciones y eso se nota. Sólo se cumple el requisito FIFA y se mantiene a la selección prácticamente sobreviviendo como sea.
La FMF (Federación Mexicana de Fútbol) debe tomar en serio el proyecto femenil y tratarlo como lo hacen cada vez más países; con el mismo interés y seriedad que el varonil, independientemente de si hay o no hay apoyo, pues otros han demostrado que no es un impedimento para alcanzar objetivos.
Se habla de cambiar la mentalidad de la sociedad y el aficionado para que exista apoyo y respeto, pero primero, se debe empezar por la propia casa, sacudir la mafia directiva, poner al frente en la dirección técnica a alguien con mucha mejor mentalidad y preparación y así renovar el proyecto de la mayor. Aprovechar de manera consciente los recursos que la Liga está brindando en la preparación y formación de jugadoras, así como lo que se está generando en las categorías menores, que comienzan a destacar en campeonatos de CONCACAF. Pero mientras eso no se haga, la selección seguirá estancada y retrocediendo, arrastrando a su fracaso a todo el proyecto femenil.