En muchas ocasiones las chicas nos vemos marginadas a la hora de practicar un deporte cuya naturaleza es masculina. Cuando somos niñas solo queremos jugar y divertirnos como cualquier niño en el mundo, no tenemos la culpa de divertirnos más con los balones que con las muñecas, en el parque o en el barrio, la gente pasa y se queda mirando con rareza cómo una niña juega apasionada a la pelota, detallan sus movimientos, y ven que es buena, muchos creen que es algo de momento, y que cuando crezca, la niña va a dejar el balón a un lado para probablemente ir a la oficina.
Lo que la gente no se imagina, es que muchas crecemos con la ilusión de hacer lo que más nos gusta: divertirnos con el balón, correr los 90 minutos por el campo, marcar a la rival, jugar en equipo, celebrar un gol, y tener una carrera profesional. De todo eso es capaz la mujer futbolista, somos una muestra de tenacidad disciplina, pasión y esfuerzo, jugamos por amor, porque nos gusta, improvisamos espacios de entrenamiento, curamos balones, armamos la cancha con ladrillos y chaquetas solo nos importa ser felices tras el balón.
Así muchas veces se escuchen murmullos al pasar, comentarios al salir, burlas o criticas porque sí, nosotras también podemos y sabemos jugar a la pelota, pero no deja de ser incómodo que te pongan apodos o te califiquen de x o y manera, es pesado y hasta peligroso el machismo que se genera alrededor de las chicas que les gusta el futbol, este es el caso de Higui, y no es contado para generar miedo, sino todo lo contrario, Higui nos deja la lección de no callar y hacer respetar nuestros gustos y derechos.
Higui es su apodo, Eva su nombre la chica que en su infancia imito y soñó ser como el “loco” René Higuita, arquero colombiano, tomo su parecido y su irreverencia para jugar al fútbol y en los partidos ponía en práctica el escorpión jugada patentada por René, a quien admiraba por su coraje en el campo.
Higui fue atacada física y verbalmente desde su infancia por jugar a la pelota, y nunca dijo nada, quizás por miedo, pues en varias ocasiones fue amenazada y agredida en el barrio donde creció. Una noche fue víctima del machismo siendo atacada por un grupo de hombres quienes sin piedad la atacaron a patadas y a puños, rasgaron su ropa, eran 10 y querían abusar de ella, quien en defensa propia y casi como sacando el balón de la raya, sacó fuerza de donde no la tenía y se llevó por delante al rival, un hombre a quien en el momento del ataque le fue propinado una puñalada en el tórax quitándole la vida y con coraje salvó su propia vida. Los demás hombres al ver el cuerpo del hombre y a Higui semi inconsciente huyen del lugar, un llamado al 911 alerta a las autoridades quienes llegan a lugar detienen a Higui y se la llevan a el calabozo. 3 días después pudo recibir su primera visita y le dijo a su familia “No sé de dónde saqué fuerzas, pero yo me defendí”.
Higui”, logró su excarcelación, gracias a la unión de muchos que se manifestaron y alzaron la voz con este injusto caso, entre ellos René Higuita quien está cerca del caso y se unió alzando la voz de redes sociales. El pasado mes de junio, Higui salió de prisión y el jugador colombiano referente de la selección Colombia se manifestó enviando un audio celebrando la decisión de la justicia y deseando que se la “absuelva de todo delito”.
“Muy buenas noticias, ¡qué rico! Felices todos de haber aportado un granito de arena. La lucha continúa y esperemos que la absuelvan de todo delito. Te mando un fuerte abrazo y felicitaciones a ustedes las mujeres, porque este es un logro, más que todo, de ustedes las mujeres que se unen para que no haya injusticias”, manifestó.
Como el caso de Higui hay muchos, no se trata de generar miedo, todo lo contrario, esto es una invitación a todas las niñas amantes del fútbol a que lo practiquen libremente y sin ningún tipo de prejuicios. Es una invitación a no callar y a ser tolerantes con los gustos y pasiones de los demás.