Lo que nos dejó esta Liga Femenina, aparte del campeón Santa fe, fue la gran acogida que se le dio al fútbol femenino que, ante la mirada de algunos incrédulos, no sobreviviría, y pues no sobrevivió, sino que revivió pasiones y conquistó corazones, se le puso seriedad al asunto y se dio.
No era para menos, este es un reconocimiento a la trayectoria de la Selección Colombia Femenina y a sus buenas participaciones en sudamericanos, olímpicos y mundiales, por eso la liga colombiana femenina no se podía quedar atrás y tenía que mostrar un alto nivel y una buena organización.
No sabemos si se demoró en llegar o no, lo que sabemos, es que las chicas siempre dejaron la bandera tricolor en alto, logrando el subcampeonato en el Sudamericano Femenino de 2010 con el que se clasificó por primera vez al Mundial Femenino 2011 y a los Juegos Olímpicos 2012. En inferiores fue campeona del Sudamericano Femenino Sub-17 en 2008 y subcampeona en el Sudamericano Femenino Sub-20 de 2010.
Después de este largo recorrido lleno de altibajos, llegó la liga profesional, liga que llegó para quedarse, pues anoche conquistó El Campín con más de 30 mil espectadores que presenciaron la primera vuelta olímpica del campeón del futbol profesional colombiano femenino. Una hinchada que reconoció el buen fútbol que se mostró a lo largo del torneo en las canchas del país, que se identificó con la garra y disciplina que demostraron las jugadoras. Es el reconocimiento a todas esas mujeres que día a día luchan por sus sueños. No solo ganó Santa Fe, ganamos todas, triunfó la equidad de género, y el trabajo en equipo.