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No les niego que la postulación al mundial de mayores femenina me llenó de felicidad, es algo que se lo merecen las jugadoras por los años de lucha.
No solo hablo de las llamadas Superpoderosas que apodaron en el 2011 y que han venido trabajando de la mejor manera con tan poco, también hablo de una Myriam Guerrero, primera capitana de la selección Colombia en el año 98 o de Liliana Zapata, jugadora de los años 90 de la selección Antioquia, además de ser esa mujer que ha venido construyendo y aportando al fútbol femenino, o de una Sandra Valencia goleadora con la selección Antioquía y con la camiseta de la Selección Colombia en el 98 y 2003.
La lucha de muchas personas que estamos detrás del fútbol femenino y el buen desempeño de las nuevas generaciones.
Cada día escucho y leo comentarios negativos con respecto a la postulación y sí, ¿a quién no le indigna el trato que ha tenido el fútbol femenino en estos años? La dirigencia saca pecho por llamar a la Liga colombiana como “Liga profesional”, pero ni a eso llegamos.
Estuve presente en la Copa América de Chile en el año 2018 y evidencié un impacto positivo para este país, cuando antes no se hablaba de fútbol femenino. Este evento internacional logró un buen rating en la transmisión de “las rojas”, largas filas fuera de un estadio y los principales medios hablando de este tema. No se imaginan la felicidad de ver una ciudad llena de vallas publicitarias con respecto a este evento.
El impacto fue tan positivo que la sociedad que habita en este país habla de una selección que históricamente clasificó a un mundial, asiste al estadio cuando hacen fechas FIFA o amistosos, las reconocen y mejor aún, pueden comprar sus camisetas con el nombre de ellas.
El fútbol femenino logró un cambio positivo, no les niego que al igual que nuestro país, hace falta cosas por mejorar, pero hay que resaltar este paso tan importante.
Hoy analizo la situación y les confieso, sigo firme con mi postura de que el mundial femenino puede ser un generador de cambio para nuestro fútbol, para nuestra imagen como país y como sociedad, pero también soy consciente que debemos arreglar la casa antes de traer invitados.
Pienso que debemos ir paso a paso… ¿Por qué no postularnos para una Copa América femenina o un Sudamericano Sub 20 y Sub 17? O ¿Por qué no buscar postularnos a un mundial Sub 17 y Sub 20? ¿Por qué no crear una liga que brinde las garantías necesarias y potencie a la jugadora colombiana?
El fútbol femenino viene en un crecimiento importante, y para esto, se necesita del apoyo y ayuda de todos, sigamos yendo al estadio, sigamos apoyando a nuestras jugadoras, demostremos que somos más los que queremos un verdadero fútbol femenino en Colombia.
Me asombra ver que la Federación envía una carta donde manifiestan su molestia por los resultados, pero no se molestan en ver las condiciones con las que muchas jugadoras viven, no se ofenden por saber que hoy por hoy, más de 380 jugadoras están sin contrato y sin seguridad social.
¿Con qué cara la selección Colombia va a competir en un mundial si ni siquiera aprovechamos las fechas FIFA? No hay micro ciclos ni siquiera en los momentos donde no hay Liga y las jugadoras están libres. Salimos de lograr una histórica medalla de oro y desde ahí, las jugadoras que lograron esto, no se han vuelto a ver en una concentración.
Colombia debe tener el compromiso de propagar la equidad de género e igualdad de oportunidades, somos conscientes que esto es un proceso, pero así mismo, como sacan pecho por el fútbol “profesional”, deberían sacar pecho haciendo una Liga organizada y con estructura.
Mi invitación es a seguir construyendo juntos, no ataquemos sin conocer, apoyemos cada oportunidad que Colombia tenga para lograr cambios y demostremos que sí queremos ver un fútbol femenino respetable en el país.
Tal Cual!
Yo como hincha del fútbol femenino apoyo que se debe luchar para lograr tener el torneo femenino ya que mis hijas son futbolistas en etapa de aprendizaje y se les daría mucho insentivos para que sigan desde pacho Cundinamarca Colombia
La candidatura se puede ganar, como decían en un análisis en “The Guardian” el gran candidato es Australia/Nueva Zelanda, sin embargo, Colombia tiene una oportunidad de ganar por la salida de Brasil, por la cercanía a CONCACAF y por la división en Asia entre Japón y Australia, eso nos da la oportunidad que la elección sea reñida y no se defina en la primera votación.
Ahora bien, hacer un mundial es un evento internacional de carácter global, en donde el país sera la entrada y los estadios son lo que verán los televidentes, por eso la candidatura se quedo corta en los documentos y compromisos que se presentaron a la FIFA.
No obstante, sobre los riesgos que se determinaron en el reporte, dejan un mal sabor el tema de salud cuando se asegura que no se tiene capacidad para atender casos de complejidad, dejándonos como un país que no puede hacer tratamientos de alta complejidad ni atender una emergencia medica, esto se cae de su peso, en el mismo sentido en el aspecto económico la federación dijo la verdad y no inflo las cifras para proyectar números increíbles, salta la duda si la solo los países con altos ingresos pueden hacer un gran evento y los otros países solo deben participar.
La candidatura no fue presentada con todos los soportes, pero cumplió los mínimos requeridos, la candidatura no tiene un plan de obras, pero tiene el compromiso y la experiencia de eventos previos en donde se cumplieron los compromisos en escenarios como en los juegos Centro americanos y del Caribe o el Mundial sub 20 de 2011, las obras en los estadios son posibles, aunque las mejoras cuestan dinero son necesarias y se deben hacer.
La federación no tomo decisiones audaces como hacer una campaña que muestre el apoyo e interés de la población general como http://www.asone2023.com , espero que se gane la candidatura, pero sino se logra se deberían hacer las obras y volver a intentarlo para el próximo proceso de elección de organizador del mundial femenino con la ventaja de las obras ya realizadas.