El tema de las brechas salariales entre hombres y mujeres ha marcado la agenda de los medios deportivos, puesto que selecciones como Estados Unidos o Dinamarca luchan por mejores condiciones laborales y mejores salarios, justificados por sus largos periodos de concentración por año y sus resultados deportivos.
Tras la emigración de Yoreli Rincón, Cata Usme o Nicole Regnier de sus equipos a 1 temporada de iniciada la Liga Femenina, y la posibilidad de irse a otras ligas del mundo donde se les paguen mejor, ¿se podría pensar si los salarios de las futbolistas no fueran pagados por los clubes sino por la Federación Colombiana de Fútbol?
En países como Estados Unidos o Canadá se aplica un modelo salarial para las futbolistas conocido como “Allocation” o “Asignación”. Esta figura consiste en que las federaciones de fútbol de ambos países listan entre 20 a 30 jugadoras de selección cada año, que les cubre su sueldo básico, sin que los clubes deban incurrir en gastos astronómicos y puedan pagar el salario del resto de futbolistas contratadas.
Un ejemplo: Carli Llloyd, Alex Morgan o Megan Rapinoe militan en sus respectivos equipos de la liga de Estados Unidos, al ser listadas dentro del “Allocation”, los clubes se desentienden de pagar sus salarios, ya que es la misma federación de fútbol de Estados Unidos la que cubre sus honorarios mensuales, y así los equipos se preocuparán con pagar al resto de sus plantillas.
También tiene sus limitantes, si la jugadora de selección nacional demostró durante un año bajo rendimiento deportivo o en el equipo donde juega, podría perder el beneficio salarial y deba negociar con su club un nuevo contrato para la siguiente temporada, muy pocas han sobrevivido, otras terminan por jugar en otro país o simplemente se retiran.
Lo normal en estos casos sea que cada equipo responda por los sueldos de todas las futbolistas, pero en el caso particular de Estados Unidos, se busca que el “Allocation” mejore las finanzas y la calidad de sus clubes, porque así las futbolistas jóvenes o foráneas se les pueda remunerar mejor y cuenten con todas las prestaciones en seguridad social (salud y pensión).
Acá en Colombia, algunas futbolistas ganan más de 2 o 3 millones de pesos mensuales, otra parte reciben sueldos inferiores a 1 millón de pesos, otras más ganan el mínimo o menos de este, mientras las futbolistas que son etiquetadas como Aficionadas a Prueba, no perciben salario con el objetivo de aspirar por una beca de estudio en Estados Unidos.
Casos como Patriotas fueron muy sonados a nivel salarial durante la pasada Liga Femenina. Acolfutpro había advertido a la Dimayor que muchas de las jugadoras del cuadro boyacense se les debían de 2 a 3 meses de sueldo, a excepción de Yoreli Rincón que no se pronunciaba sobre esta problemática y su salida del equipo pudo deberse por el tema salarial.
Lamentablemente han sido precarias las condiciones laborales de varias futbolistas colombianas, que a pesar de ser una liga profesional, algunas debieron seguir trabajando en otros campos fuera del fútbol para ganarse el sustento.
Realmente es preocupante la salida de Usme o Regnier del América, la situación financiera ha golpeado fuerte en las toldas del cuadro caleño con miras a la siguiente temporada, todo porque los ingresos del club han bajado debido a la lucha del equipo masculino por no descender de categoría, en detrimento del bienestar de sus pares femeninas.
La Federación Colombiana de Fútbol cuenta con un poder adquisitivo enorme, gracias en parte a sus patrocinadores y a los premios recibidos por parte de la FIFA en sus diferentes competiciones. La entidad convertida en marca registrada, factura cerca de 50 mil millones de pesos por año, según la revista Semana, lo que la convierte en una de las federaciones más poderosas del mundo a nivel de fútbol.
Si los ingresos que recibe la Federación se destinaran para cubrir el sueldo de 15 jugadoras de selección, sería un alivio financiero para los 18 clubes de la Liga Femenina, porque así podrían invertir sus capitales en el mejoramiento de sus planteles como refuerzos de futbolistas extranjeras, mejoramiento de sus sueldos y condiciones de entrenamiento.
Puede ser una gran oportunidad para mejorar el espectáculo de la Liga Femenina y las condiciones laborales de las futbolistas, ya que si se aplica el mecanismo de asignación de sueldos a jugadoras convocadas a la selección, se evitaría la fuga de talentos hacia otros países y los equipos puedan prepararse mejor para los torneos locales o internacionales.
Para ti, ¿sería viable aplicar esta política salarial en Colombia?
(Mención a Jessica Palacio por su asesoría sobre el tema del “Allocation” en el fútbol femenino de Estados Unidos).
Mi hija juega en la liga profesional de fútbol venezolano y no les pagan es buena jugando está en la lista de goleadoras
Sos!! No tenía idea lo bien estructurado que el sistema de gastos e inversión en el fútbol estadounidense, es un ejemplo a seguir para la federación colombiana de fútbol debido al inminente cfecimenrno le toca del fútbol femenino nacional más que todo por la situación económica del país, la FCF debe ser la que pague esos salarios de futbolistas colombianas para hacerle competitivo nuestro futbol femenino.
totalmente de acuerdo, no creo que para el próximo año puedan retener a Leicy, Yore y otras que son excelentes y que deben tener propuestas jugosas de equipos extranjeros, además no es justo que haya niñas que no ganen nada o casi nada y tengan que hacer otra cosa además de jugar para poder vivir, no es justo, esto no pasa con los hombres que solo juegan y ganan bien.
Podrian realizar un gran mercadeo publicitario en las grandes marcas de productos para las mujeres y con esos contratos publicitarios pagarles mejor a nuestras excelentes jugadoras..