¡Campeooonas, campeooonas oe oe oe! el grito de victoria que resonó con fuerza en Larnaca, Chipre a mitad de semana. España vuelve a triunfar en un torneo amistoso de selecciones femeninas como el año anterior en la Copa Algarve de Portugal, convirténdose, después de Canadá, en ganar los dos torneos más importantes del fútbol femenino en las vísperas del Día Internacional de la Mujer.
El recuerdo de Canadá 2015 quedó atrás y de ahí para adelante la historia se ha transformado positivamente para un país donde el deporte le regala triunfos año tras año, y más en la rama femenina. Deportistas como Mireia Belmonte, Bea Beitia (ya retirada) o Garbiñe Muguruza realzan el papel de la mujer en el deporte español que ha ganado espacios y apoyos económicos, con el fútbol también, gracias a LaLiga.
Lo logrado el miércoles por España, muestra que sus aspiraciones de ser potencia en el fútbol femenino son aún más serias, con un proceso que ya cumple 3 años de la mano de Jorge Vilda, que ha moldeado una escuadra que mezcla experiencia y juventud, pero que en algunos sectores ha sido criticado por no contar con Verónica Boquete en sus procesos. Aún así, los resultados son favorables.
No solo triunfa la selección absoluta, también lo hacen las selecciones juveniles (Sub-17 y Sub-19), alcanzando todas las finales europeas desde 2014, y ganando títulos como la Sub-17 en 2015 y la Sub-19 en 2017. Títulos que ratifican los procesos, el nivel de la Liga Iberdrola y de las futbolistas que cada día luchan por ser reconocidas en su propio país y trazan caminos hacia afuera como Jenni Hermoso o Irene Paredes, ambas jugadoras del PSG.
Su camino al Mundial va a paso firme, llevan pleno de victorias y si mantiene su rendimiento de aquí a junio, ya podría ingresar directamente a Francia. A diferencia de países como Alemania o Suecia, el fútbol femenino español ha atravesado un tortuoso camino hacia su visibilidad, hoy, su liga cuenta con patrocinio, se transmiten de 3 a 5 partidos por televisión cada semana y varias futbolistas top extranjeras miran con buenos ojos el nivel del fútbol español.
El juego de España es más “tiki taka”, de la escuela Guardiolista, de buen trato de balón, de jugar a los pelotazos por sus extremos, de tocar la esférica en espacios reducidos y desesperar al rival hasta encontrar el gol. Ese fútbol que aplica España aún falta por pulirlo contra selecciones de alto nivel como Francia o Inglaterra, pero de seguir con esa metodología, seguramente vendrán los triunfos y las satisfacciones deportivas.
El futuro del fútbol femenino de España ha sido tan promisorio, que uno aprecia equipos como AEM Lleida, Rayo Vallecano o Valencia en categoría infantil, conformados sus planteles por niñas, aplastan a los niños de su misma edad, golean y gana títulos a nivel regional. Una tendencia que rompe estereotipos, que muestra cada vez más como las mujeres juegan bien al fútbol y hace un llamado a las empresas para que inviertan más en el fútbol femenino.
Uno de los retos más importantes que tendrá el fútbol español en los próximos días lo tendrá el FC Barcelona, cuando enfrente al club más poderoso de Europa, el Olympique Lyonnais por los cuartos de final de la Champions League Femenina, que de ganar su serie, haría historia y podría aspirar por el título europeo.
Tras la publicación de la primera parte hace cerca de dos años, se evidencia como los dirigentes del fútbol español le han apostado a este deporte practicado por mujeres y que cada día gana más adeptos entre niñas, que ya no miran como referentes a Messi, CR7 o Iniesta, sino a Alex Morgan, Dzsenifer Marozsan o Lieke Martens, hoy jugadora del FC Barcelona.
La metamorfosis sigue su curso y no se sabe hasta donde evolucionará el fútbol femenino español. ¿Cuál será su siguiente paso?.
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