Foto: ANFP
El objetivo a corto plazo es profesionalizar el campeonato femenino que se viene realizando desde 2013 y convertirlo a un formato nacional con la participación de 30 equipos divididos en dos divisiones.
Tras la clasificación al mundial femenino de Francia 2019, Chile transformará a partir de este año su campeonato femenino a una liga con dos divisiones (A y B), el cual contará con la participación de 30 equipos, y gradualmente se irá mutando a una competencia de carácter profesional.
La nueva liga femenina arrancará a mediados de marzo.
Según lo explicado por Constanza Minoletti, subgerente del fútbol femenino de la ANFP de Chile, en entrevista con el portal FutbolElla: “Buscamos más desarrollo deportivo, aumentar la competitividad, elevar los estándares de trabajo y potenciar la primera división”.
La idea del máximo organismo del fútbol chileno es que la primera división sea un torneo nacional y la segunda se convierta en un campeonato regional, como se aplica hoy en día en el fútbol femenino europeo.
Anteriormente, el campeonato femenino del país sudamericano se dividió en tres regiones: Centro con 12 equipos, Norte con 5 y Sur con 9. El campeón de 2018 fue Santiago Morning, el cual acudirá este año a la Copa Libertadores Femenina.
Para este año se espera que los mismos 26 equipos participen de la nueva y reestructurada liga, junto a los 4 nuevos equipos que estrenarán sección femenina por norma Conmebol: Huachipato, Unión Española, O’Higgins y Coquimbo Unido.
El plan de la ANFP con relación al fútbol femenino es llevarla a su profesionalización, que por años reclamaban las futbolistas chilenas. Así lo dejó claro la directiva del fútbol femenino de la ANFP a través de FutbolElla:
“El objetivo es que las futbolistas desarrollen su actividad deportiva en estándares profesionales: mejores recintos, mejor implementación deportiva, cuerpos técnicos y profesionales de apoyo más capacitados, mejores condiciones de desarrollo para deportistas de alto rendimiento”. ANFP.
Una vez profesionalizada la disciplina en su rama femenina, se espera que los salarios de las futbolistas mejoren, conforme se vaya regularizando la nueva liga.
Aún no se confirma cuáles y cuántos equipos jugarán la primera o segunda división. Lo que si está claro es que será un torneo anual, bajo el formato todos contra todos (Round Robin), luego avanzan los ocho equipos a cuartos de final hasta encontrar un campeón, el cual representará a Chile en la Libertadores de 2020.
Minoletti también afirmó que el torneo Sub-17 que se ha desarrollado en paralelo al campeonato femenino absoluto continuará tal como está, debido a que será “esencial para el desarrollo de las jugadoras y de la propia liga”.
Cabe añadir que Chile acudirá en junio a su primer mundial femenino de la FIFA en Francia, gracias al subcampeonato obtenido en la reciente Copa América Femenina realizada en su país el año pasado.
Fuente: Futbolella