El 14 de Julio de 1993 el noreste de Argentina, daría a luz una estrella del fútbol que nació para hacer historia. Quién iba a pensar que aquella cordobesa estaría ligada toda su vida al fútbol y se convertiría en la capitana actual del combinado albiceleste femenino. Florencia Bonsegundo, desde pequeña tenía un único objetivo jugar siempre al fútbol, sin embargo tuvo que forjar su carrera con disciplina, pasión, y resistencia.
Primer Tiempo: Flor que nace en el desierto
Inició su carrera futbolística en el Club Roberto Colombo, “Era la única nena que jugaba con hombres hasta que la Liga no me lo permitió más”. Durante el proceso de crecimiento Flor contó con el apoyo de su familia, la cual fue en un pilar importante en su desarrollo como profesional, su hermano Franco fue el jugador número doce, siempre la alentaba para que luchará por su sueño.
“Sin mi familia no podría estar donde estoy, a veces escuchaba la pelea entre mis viejos para ver quien me acompañaba a ir a los entrenos y si me dejaban ir a jugar. Para mi papá fue difícil entender que yo realmente amaba el fútbol y me apasiona, igual él siempre me apoyó”.
Tras dejar los entrenamientos con el equipo masculino, Florencia vuelve a las canchas jugando en la división femenina. A sus 17 años jugó con la Selección Argentina y desde aquél entonces la casaca azul y blanca es su favorita, su creación de juego, vehemencia, calidad y humildad hicieron que aquella cordobesa se comenzará a notar. Fue así como la vida le dio un gran pase en su carrera futbolística: “Huracán fue mi primer equipo, tenía 18 años y después en el 2013 viajé a jugar con Urquiza en ese momento tenía 20 años”, afirma Bonsegundo.
Segundo Tiempo: Un vuelo sin fronteras
Imaginate estar perdida en una ciudad donde no conoces a nadie, y no puedas usar el GPS para ubicarte. Eso fue lo que le sucedió a Florencia al llegar a Buenos Aires para jugar con el ‘globo’. “Fue muy difícil desprenderme de mi familia, yo venía de un pueblo y meterme a una ciudad inmensa en donde no conocía a nadie, fue un paso importante y muy arriesgado”. En Sudamérica es complejo que una mujer viva cien por ciento del fútbol, ella estaba decidida a cumplir sus sueños y ser la mejor, pero el éxito lo construyó con sudor, perseverancia, paciencia, disciplina y fe.
“Comencé a trabajar en un servicio de limpieza, luego vendí ropa deportiva, desde el comienzo me tocaba hacer muchos sacrificios, pero nada llega fácil en la vida”.
Muchas veces en el caminar de la vida, queremos tirar la toalla, pero es ahí donde debemos recordar nuestros objetivos: “Desde el primer día de entrenamiento me quería devolver porque Urquiza era un equipo diferente a Huracán, eran muy competitivos y sus entrenamientos era muy fuertes. Se me vino a la mente renunciar, pero no podía hacerlo tenía que que seguir creciendo. Me quedé y la historia sigue escribiéndose para mi”. nos cuenta Florencia.
Nunca se dio un chance por perdido, esto la llevó a seguir marcando la diferencia y se consagró con UAI campeona en el 2014, 2015 y 2018. “Recuerdo que el primer partido que jugamos en Urquiza todos estaban en el vestuario y comienzan a cantar un tema que las identifica, todas gritaban y cantaban. No entendía nada, ni el por qué, entonces yo simplemente saltaba pero luego me aprendí la canción y luego terminé cantando como todas”.
Liga Iberdrola
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“La gran oportunidad de llegar a España se me dio gracias a la Copa América de Chile, esa fue una ventana que me abrió muchos sucesos positivos. Edgar, un representante chileno, apareció y firmé contrato con él y a las siguientes semanas aparece el Sporting de Huelva y me dice que quieren fichar por mi y bueno ahora estoy en la Liga Iberdrola y le doy siempre gracias a él. Siento que todo fue un proceso desde muy pequeña tomé la decisión de jugar a la pelota y aquí estoy”.
Sin lugar a duda extraña mucho las costumbres, la carne, la familia, y compartir un mate con alguien. “Los horarios son diferentes, realmente aquí se vive del fútbol. Antes yo me levantaba temprano todos los días para ir a trabajar y luego me iba a los entrenamientos y llegaba muy tarde a casa. Es importante descansar de noche, y aquí estoy concentrada 100%. En Argentina por ejemplo, yo comía en un comedor que me daba el club, en cambio aquí tengo nutricionista y nos dice con qué debemos alimentarnos bien”.
Yo creo que en Sudamérica no hemos avanzado, nos estamos quedando unos 5 años atrás, el fútbol es amateur allá, aquí cada una tiene su alimentación y su rutina. Los clubes, y los dirigentes de Sudamérica no apoyan el fútbol femenino y las jugadoras tienen que salir a trabajar para poder ganar unos pesos y no se dedican totalmente al fútbol.
A pesar de la poca inversión que se hace en Sudamérica por el fútbol femenino, tenemos grandes equipos que representarán nuestro continente en la Copa Mundial de la FIFA Francia 2019 Entre esos está Argentina, “Tenemos mucha ilusión con la selección, estamos muy contentas, y motivadas, no queremos bajar los brazos después de todo lo que logramos en Chile y en las eliminatorias, la Federación se ha movido bien y se ha portado bien con nosotras”. Florencia ya tiene su tiquete asegurado para el mundial de Francia, y esperemos que la historia continúe cada vez mejor.
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Foto: Página Oficial Copa América Chile