Existe una frase que siempre los futbolistas y hasta técnicos en su gran mayoría repiten cuando el resultado no es el esperado: “En el fútbol todo puede pasar, a veces se gana y a veces se pierde”. Sin embargo, no siempre es aplicable, debido a que todos quieren ganar. En esa categoría se encuentran los jugadores y jugadoras que se acostumbran a ser siempre victoriosos, ya sea con sus clubes, selecciones o hasta alcanzando distinciones individuales. Este es el caso de Marta, la futbolista más emblemática de la selección femenina de Brasil durante los últimos 10 años.
Esta jugadora estrella ha tenido a lo largo de su trayectoria un palmarés envidiable en la que ostenta 13 títulos, 9 a nivel de clubes y 4 con su selección nacional. Ha sido campeona de una Liga de Campeones con el Umea IK de Suecia, una Copa Libertadores con Santos, medallista de oro en Panamericanos con Brasil, entre otros.
Además de los títulos, también se le suma las distinciones individuales como mejor jugadora del mundo en 5 ocasiones y bota de oro en la Copa Mundo de 2007. Es sin duda una verdadera crack, en la que se puede por qué no, comparar con un Ronaldinho, debido a su habilidad, velocidad, gambeta y pegada.
Así, esta mujer de 30 años ha deleitado y ha fascinado a hombres, mujeres y en general a los que siguen el fútbol. Sin embargo, no todo es bello para ella, su vida deportiva ha estado plagada de premios y campeonatos, pero no siempre ha gritado victoria.
Es lamentable que una futbolista de este calibre no posea en su palmarés una medalla olímpica de oro. Desafortunadamente para ella no ha logrado conseguir esta anhelada presea dorada. Sus primeros Juegos Olímpicos los disputó en Atenas 2004, pero quedó subcampeona y vio a Estados Unidos colgarse la presea. Aquella vez se conformó con la plata. Esa misma medalla se volvió a repetir en Beijín 2008. En esta oportunidad de nuevo su verdugo fue la selección gringa al vencer a Brasil 1-0 en tiempo extra, con gol de Carli Lloyd. Desde ahí los olímpicos se convirtieron en una materia pendiente para la ‘10’ de la ‘canarinha’.
Ahora, también es lamentable la prematura eliminación que presenció la selección femenina de Brasil cuando en Londres 2012 solo alcanzaran los cuartos de final y ni siquiera se pudo pelear por una medalla. Fueron unos juegos para olvidar.
Finalmente, pasó otros cuatro años y la cita era en este 2016. Esta vez el anfitrión era Brasil y Marta podía sacarse la espina de coronarse campeona olímpica en su país. Río era la oportunidad perfecta.
Todo comenzó bien para Brasil cuando en fase de grupos fueron contundentes y mostraban su favoritismo para llevarse la medalla. Después, lograron llegar a semifinales, se esperaba que alcanzaran la gran final contra Alemania, pero Suecia dio la sorpresa en penales. En esta ocasión no se podía ni una de plata, a Marta le tocaba pelear bronce, esta última nunca llegó y las anfitrionas se fueron con las manos vacías y para la jugadora de nuevo se convirtió en un amor imposible.
El próximo reto es en Tokio 2020 y no se sabe si estará presente Marta liderando a Brasil. Quizá sí porque le queda potencial, pero se encuentra en lo último de su carrera.
En total Se completaron 12 años sin lograr el oro olímpico y es el único título que le falta a esta jugadora para sellar con broche su retiro. La medalla dorada no es más que un amor negado para Marta Vieira Da Silva, la mejor en la historia del fútbol femenino en Brasil. En fin, a veces se gana y a veces se pierde.
Foto: Excelle Sports