En un metro y setenta centímetros, hay un espíritu de guerrera incansable y lleno de resiliencia. Jorelyn Carabalí superó una batalla que parecía interminable, pero le demostró a la vida y el fútbol que aún tiene mucho por entregar.
Vistiendo la camiseta del Deportivo Cali, la caucana pisó nuevamente el terreno de juego, tras dos años y medio de ausencia. Su objetivo, además de ganar un título, es transmitir las enseñanzas que le dejó esta impactante lección de vida.
Carabalí y sus inicios como futbolista
Jorelyn nació con el fútbol en sus venas. Así lo menciona ella misma. “Desde niña el fútbol estaba en mí. Inicié jugando microfútbol en el colegio con niñas y en el pueblo con niños, tengo grandes cicatrices de eso”. La pequeña, con su disciplina y talento, logró destacarse entre los demás. “Los profesores vieron el potencial en mí y me ayudaron para ir a Santander de Quilichao. Estuve entrenando con niños y duré 3 años aproximadamente allí”.
Sueño cumplido en la Sarmiento Lora
Siempre tuvo una meta clara: llegar a la Escuela Sarmiento Lora. Se “jugó la vida”, como expresó, hasta que logró ingresar. “Crecí con la idea de pertenecer a la Escuela, en la radio siempre escuchaba el comercial y quería irme para allá”. Tocó puertas, buscó la forma de llegar hasta allí, hasta que entrenó por primera vez en el anhelado lugar. “Estuve dos semanas a prueba, pero yo ya me quería devolver para la casa. Llegué en plena pretemporada, el dolor era gigante, pero era mi sueño y por eso me propuse aguantar”.
Paso al fútbol profesional
La defensa central llegó al fútbol profesional representando a Orsomarso. Luego pasó al Atlético Huila y vinculada al club ‘opita’, también recibió su primera convocatoria a Selección Colombia Sub 20. “Yo no esperaba eso tan rápido, mucho menos ser campeona. Todas construimos una bonita amistad, queremos reencontrarnos en el grupo de Mayores. Se hizo un ambiente muy bonito e intentamos estar pendientes una de la otra”.
En su primera experiencia profesional, Carabalí tuvo momentos inolvidables. La emoción que despertó en su familia fue gigante. Sin embargo, tiempo después vivió un momento que la marcó para siempre. La muerte de su hermano fue un momento difícil que atravesó en aquella época.
“Cuando se acabó la Liga, regresamos a la escuela para seguir trabajando. A los pocos meses, mi hermano falleció y pocos días después me llamaron de la Escuela. El presidente de Atlético Huila quería contar conmigo y otras jugadoras, pero yo no me quería ir por el momento que atravesaba”.
Llegada al Atlético Huila
Sin embargo, la futbolista buscó fortaleza para aceptar el nuevo reto. “Mi mamá fue un apoyo incondicional para tomar la decisión, tuve que viajar y ya estando allí el presidente nos manifestó el proyecto. Al final me terminó gustando, la propuesta y la organización del equipo femenino eran muy buenas”.
Convocatoria a la Selección Colombia Sub 20
El llamado a la ‘tricolor’ fue otro envión anímico que la motivó a continuar con su carrera. “El primer partido fue ante Perú, fui capitana y de verdad fue un sueño ponerme la camiseta. En ese instante, se eriza la piel y te entra una energía inmensa. Uno se mete en el chip de estar representando a un país y muchas quisieran estar ahí. Eso te motiva a darlo todo. También tenía una gran responsabilidad por ser capitana, tenía que exigirme y responder”.
Primera lesión de Jorelyn Carabalí en su carrera deportiva
Sin embargo, semanas después llegó otra prueba difícil a su vida. Jorelyn, quien nunca se había lesionado, sufrió una fractura en su fémur. “Cuando pasan cosas indeseadas, lo primero que te preguntas es por qué te sucede eso. Solo el tiempo te muestra para qué sucedió eso. Lloré apenas vi la fractura, pero cuando logré tranquilizarme solo pensaba en la cirugía para iniciar el proceso de recuperación”.
Cirugía tras cirugía, pocos recursos y garantías para su recuperación, pero la fe seguía intacta para Carabali. La resiliencia que adquirió en este proceso es la que hoy la tiene de regreso en las canchas. “Nunca había sufrido una lesión de esa magnitud, nada me había sacado de las canchas y después de la lesión, empecé a cuestionar la gravedad de mi lesión. Nadie creía que había sido jugando fútbol, pero todo tiene su propósito. Yo agradezco que haya pasado esto, porque me ayudó mucho a conocerme como persona y me enseñó a sobreponerme a las adversidades. Supe quiénes me rodeaban realmente, fortalecí mi fe con Dios, me uní a mi familia”.
Nueva oportunidad: Deportivo Cali
Tras finalizar su vinculación con Atlético Huila en 2020, llegó el llamado ‘verdiblanco’ que la sedujo para jugar en la capital del Valle del Cauca. “El profesor Álvaro Herrera siempre me compartió el interés de querer contar conmigo, yo estaba muy metida en el papel de recuperarme y cuando ya estaba cerca la Liga, me llamaron. Viajé a Cali, Vanessa me habló del proyecto y fue muy importante contar con la oportunidad de volver a las canchas. Fue una responsabilidad muy grande, porque estaban confiando en mí y sé que Dios me puso este club en el camino”.
Hoy, Carabalí agradece haber llegado a un equipo que se preocupa por su bienestar. “El Cali siempre ha estado muy comprometido con lo que pasó respecto a mi lesión, realicé un periodo de adaptación antes de iniciar y siento una gratitud inmensa por eso”.
La emoción de volver a pisar el terreno de juego
La jugadora también se refirió a lo que vivió en el primer partido disputado en la Liga 2020. “Estaba muy emocionada de volver, lloré de la emoción, estaba temblando antes de salir al calentamiento. Todo el grupo me apoyó y apenas pisé la cancha, explotó algo dentro de mí. Me enfoqué en cumplir con mi trabajo y mis compañeras fueron pieza clave en ese momento. Me manifestaron su admiración y a veces hasta se asustan, porque yo soy muy arriesgada y me tiro como caiga”.
Referente de Carabalí dentro de las ‘verdiblancas’
Como todos en la vida, Jorelyn Carabalí tiene una persona a quien admira y la inspira. En su caso, su ídolo se encuentra cerca. Incluso juega con ella en el mismo plantel. “Carolina Arias es mi ídolo, así le digo. Cuando hablo del ejemplo que es Arias para mí, siempre veo la referencia que da de levantar a todas las jugadoras del equipo. A mí me ha impulsado a cumplir aún más con el trabajo invisible. He ido aprendiendo mucho de ella y trato de inculcarlo en las más pequeñas. Hablamos para que dimensionen lo que es ser profesional, no se trata solamente de que nos vean en televisión”.
Amistad en el equipo ‘azucarero’
Además de su excelente amistad con Arias, la defensa destacó otros nombres dentro del equipo. “Me la llevo muy bien con Linda Caicedo, Nayerly Hernández, Kelly Ibargüen, Paula. Con ellas son con las que más confianza tengo, me gusta recochar y hablar con ellas. Intento impulsarlas para que motiven a las otras compañeras”.
Sobre su forma de ser, Carabalí se autodefinió como una persona feliz y con actitud positiva frente a cualquier situación. “Yo antes era muy tímida, pero el fútbol ha puesto esa alegría en mí. Por muchos problemas que haya, al final siempre hay que sonreír. Hablo y recocho, pero siempre desde el respeto. Me gusta bailar y enseñarles a todas”.
¿Cómo es un día con Jorelyn Carabalí?
“Me voy con varias compañeras al entreno, escuchamos música y desde que piso la sede estoy recochando a todo mundo. Lo que más busco es disfrutar el fútbol, porque no es fácil, así que cada momento es importante”.
La meta para el 2021
“Con el Cali buscamos consolidar el equipo, queremos cumplir con los objetivos del cuerpo técnico y ser campeonas de Liga. Todos los días hablamos de alcanzar el título, este año tiene que ser el nuestro”.
¿Qué pensar de la Liga Femenina en Colombia?
“El tema de la Liga se ha vuelto muy repetitivo. Queremos que las condiciones sean mejores, que la Liga sea más duradera. Sin embargo, hay que resaltar a los clubes que les han dado la continuidad a los procesos. Confiemos que en algún momento que esto mejore, mientras tanto trabajamos para que día a día demostremos lo bonito que es el fútbol femenino. Está en nosotras dar lo mejor”.