El fútbol me ha dado los mejores momentos de mi vida y también me ha sacado de los peores, menciona venciendo su timidez Lina Molina Ospina, defensa central de 20 años y que actualmente milita en el club Dinamo de Guadalajara, perteneciente al Grupo 5 de la Segunda División del Fútbol Femenil de España.
Nacida en Calí, Colombia, Molina Ospina se define así misma como una persona tímida y de pocas palabras a quien le cuesta entablar relación pero extrovertida una vez entrada en confianza; Deportivamente se inició en la natación, descubrió el fútbol dentro de su colegio y fue a los 12 años de edad, en la Escuela Carlos Sarmiento Lora cuando se decidió por la especialización.
“Mi primer entrenamiento fue con el equipo mayor, al lado de chicas de entre 20 y 25 años, después me integré a mi categoría. Fue un lujo estar rodeada de personas a las que les gusta lo mismo y que al igual que tú, iniciaron a jugar con chicos en su barrio, en la escuela o en el colegio“, recordó Lina Molina
La ahora vice-capitana del equipo filial del Dinamo de Guadalajara y quien debutó ya con el primer plantel –ante el León Fútbol Femenino por la Fecha 7 del actual torneo- formó parte de la Selección Valle del Cauca en su país natal.
“Pasé por al menos cinco convocatorias y no logré entrar. Cada año volvía a convocatoria pero siempre quedaba fuera del equipo final; En la última selección logré entrar. No tuve muchos minutos pero me sentía parte del equipo y contenta por haber logrado lo que por tanto tiempo luché“.
Camino inesperado
Sin esperarlo, Colombia dejó de ser prioridad. Su padre, en aquel entonces conductor de autobuses urbanos quedó desempleado y aunque logró conseguir trabajo manejando un camión de alimentos, los ingresos no eran suficientes. Las deudas económicas comenzaron a aparecer, se mantenían y conforme pasaba el tiempo se volvían más grandes; España se convirtió en el destino.
“Tomamos la decisión de viajar a España. Tenía una tía radicada ahí. Fue un riesgo pero creíamos que nos podría ir mejor”, indicó Molina Ospina.
Aterrizar en el país ibérico no fue sencillo: Sin trabajo y con el poco dinero ahorrado, se tenía que sobrevivir hasta encontrar estabilidad.
“Estaba dentro de una etapa depresiva donde no quería salir de la casa, de cama y no quería comer. Al principio fue difícil…es importante tener personas alrededor que te apoyen y animen cuando bajas la cabeza y tiras la toalla”.
Lina Molina Ospina
Reto aceptado
Como el trapecista sostenido por la cuerda, Lina buscó apoyo en el fútbol y encontró en Dinamo de Guadalajara a su cómplice perfecto.
“Yo quería seguir vinculada al fútbol. Me acerqué al Estadio Jerónimo de la Morena y al Dinamo de Guadalajara , me mencionaron los días que entrenaban y que si me apetecía podía asistir. Tomé la decisión de quedarme. Cuando comencé a entrenar, al principio, me era difícil, aunque el fútbol era mi salida para desconectarme del mundo”, señaló.
” Para ella, el poder jugar era una vía de escape de su situación familiar. En el fútbol evade sus problemas. A nivel grupal es muy querida y apoyada por ser humilde y solidaria”.
Alberto Mendoza Ballesteros.
El apoyo del actual Director Técnico del conjunto verdi-negro, se volvió indispensable en la adaptación de la cafetalera.
“He tenido mucho su apoyo. En un principio estaba sin documentos, solo con el pasaporte nacional. Él me dejó estar en el equipo y comencé a jugar con el regional (…) me enamoré del Club. Estoy contenta y agradecida de estar aquí y de tener las compañeras y entrenadores que tengo.
El fútbol me ha dado los mejores momentos de mi vida y también me ha sacado de los peores, menciona Lina Molina Ospina, vice-capitana, líder y ejemplo en el equipo regional pero seguidora de sus compañeras, callada y seria en el primer equipo.