Aunque Colombia no clasificó al Mundial Femenino en Francia, una colombiana sí lo hizo jugando para Países Bajos, su nombre, Liza van der Most. No debutó frente a Nueva Zelanda, pero espera su oportunidad en la lateral derecha
Liza Estefany van der Most nació un 8 de octubre en Bogotá, Colombia, aunque se ha mencionado que nació en Cali, ella confirmó que su lugar de nacimiento fue la capital colombiana. Sin embargo, de colombiana no tiene absolutamente nada. La familia van der Most, en un bonito y gran gesto, adoptó a la pequeña Liza y se trasladaron a Papendrecht, Países Bajos. Así inició el sueño de convertirse en futbolista profesional.
Sin duda alguna y no solo por abrir los ojos, encontrarse en un país desconocido, cerrar los ojos y al abrirlos de nuevo encontrarse en una nación que la acogió completamente, pero la vida ha premiado a Liza. De hecho, ella misma manifiesta que parece que estuviera viviendo un sueño y que todavía siente los éxitos como irreales. “Sigue siendo tan irreal. Soy una adolescente feliz”, expresó la colombo-neerlandesa para Jan Volwerk, un medio fotográfico neerlandés.
Evidentemente, por su nacimiento, tiene sangre sudamericana. Sin embargo, mantiene que de colombiana no tiene absolutamente nada, “fui adoptada por una familia holandesa. Tenía siete meses cuando me mudé a Holanda, no recuerdo nada de esos primeros siete meses de mi vida”. Es decir, todo lo que reconoce empezó en los Países Bajos al lado de un balón de fútbol, algo que ni el interés por saber de dónde venía la impidió.
A pesar de la incertidumbre que la rodea, Liza nunca desistió en conseguir su sueño, de hecho, en el medio neerlandés demostró su anhelo por conseguirlo. “Cuando era niña, prefería jugar al fútbol con los chicos en la calle que tener amigos con juguetes de chicas”.
El sueño de Liza nunca acabó
“Me siento cien por ciento holandesa. Por suerte, crecí en una cálida familia holandesa con un hermano y una hermana y otra hermana mayor adoptada, también de Colombia”. Además, expresa que sabe lo que sabe de Colombia por indagar en libros, “sé lo que sé sobre Colombia por los libros. Sin duda alguna y aunque quiera buscar a mis padres biológicos y saber de dónde vine, prefiero hacerlo lejos de las cámaras de televisión”. Después de todo, a Liza le ofrecieron que apareciera en un programa neerlandés llamado ‘Spoorloos’ en el que detectives le hacen seguimiento a desaparecimientos y robos.
Su tez morena y su familia de piel blanca nunca impidieron que Liza luchara por su anhelo de ser futbolista. Además, fue la única van der Most que se enganchó al balompié, de hecho, inició a los seis años en el VV Papendrecht. Después, a la edad de 11, estuvo en la academia de fútbol SteDoCo en Hoornaar. Durante siete temporadas en SteDoCo y por suerte, su escuela en ese momento le daba oportunidades de jugar y continuar con sus estudios. Posteriormente, alternó el balompié con sus cursos de gastronomía con el objetivo de convertirse en chef. Sin embargo, sin dejar el deporte a un lado.
2008, con 15 años fue un gran periodo para Liza, pues hizo parte de un grupo de jóvenes talentos por parte de la Federación de los Países Bajos. Por esta razón, no tuvo problemas para ingresar al combinado nacional en divisiones menores.
En busca de la Eredivisie, Ajax le abrió las puertas
Ya en 2012, Liza se unió definitivamente a la Selección de mayores donde tuvo que esperar dos años para hacer su debut oficial. Además, con 19 años encima y con un grupo de jugadoras que jugaban en la Eredivisie, su sueño era poder jugar en esa Liga.
No obstante, van der Most pensó que todavía no estaba para jugar en la Primera División, “todavía soy demasiado joven para un equipo de Eredivisie”. También manifestó su anhelo, “espero encontrar un club de la Liga oficial la próxima temporada. Después de todo, quiero jugar en un club grande y tal vez también con un club extranjero”.
Sin esperarse eso, la vida le cambió a Liza en 2012, un año especial por estar en la Selección mayor, además que el Ajax la fichó. Ese anhelo de que llegara un club de la Eredivisie y no un simple club, sino uno histórico, llegó de sorpresa. De hecho, Liza no se lo podía creer, “me resulta muy extraño, de vez en cuando me aprieto los brazos para ver si no sueño. Iré al Ajax, realmente no puedo superarlo”.
Desde 2012 para 2019, siete años en los que ha disputado 143 partidos y ha marcado dos goles, además de ganar cuatro títulos ligueros. Por otro lado, con la ‘naranja mecánica’ tiene dos trofeos como la Eurocopa de 2017 y una Algarve Cup en 2018. Aparte de ello, también hace parte de la convocatoria de Sarina Wiegman para el Mundial. Si los Países Bajos quedan campeonas, Colombia también celebrará.