La jugadora que actualmente milita en Fortaleza, nos habló de lo que ha sido su carrera futbolística.
Viene de una familia futbolera, sus papás practicaban microfútbol, pero su papá jugaba más que todo fútbol. Su mamá, estando embarazada de ella con dos meses de embarazo, seguía jugando fútbol. Su abuelo, se destacó por ser un gran futbolista, jugando de central o volante de marca. Por lo que, desde pequeña, en su familia se vivía la pasión al deporte y al fútbol. “Siento que es algo que viene desde antes de nacer, es un talento que Dios me otorgó”.
A los 8 años inicio a entrenar en una escuela deportiva, en el municipio de Soacha, comenzó a dedicarle mucho más tiempo y disciplina, “Lo lindo es que mi familia nunca me inculcó que jugara fútbol, por mis propios medios sentí ese gusto por el deporte y me interesé por estar más involucrada”.
Luego, como muchas de las jugadoras profesionales de nuestro país, empezó jugando en un equipo masculino siendo la única niña del equipo. “Me empezó apasionar mucho llegar a una cancha, tener guayos, correr detrás de un balón y hacerlo bien. Desde muy niña me caractericé por tener buena técnica y patear fuerte el balón”. Luego empezó a conocer nuevos espacios, ganando experiencia “Pasé a jugar a un club deportivo, se llamaba Atlas, jugaba en el mismo equipo con mi hermano, por mis cualidades técnicas y por mi carácter era la capitana del equipo de niños, marcaba mucho la diferencia”
Sentía la necesidad de buscar una vinculación con el fútbol femenino, pero no sabía sobre procesos con equipos femeninos. A los 14 años, inició en un proceso de fútbol femenino, en las escuelas de formación del municipio de Soacha, pero en ese mismo momento se fundaría Ángeles de Soacha, equipo que la formó deportivamente, un club de familia fundado por su mamá y sus tíos. “Pertenecía a Ángeles, pero competía con selección Soacha en torneos departamentales como la copa claro, la copa indeportes, pero los torneos a nivel municipal los jugaba con Ángeles”
Luego de jugar en selección Soacha por un año, pasa a ser parte de la selección Cundinamarca, desde ese momento empezó a jugar con Real Pasión, y se desvinculó del club Ángeles deportivamente. “Real Pasión ha sido el club más referente en fútbol femenino en Cundinamarca”
Con la selección Cundinamarca, participó dos años en torneos nacionales y ganaron un torneo zonal, que daba clasificación a los juegos nacionales 2015. Con Real pasión participaba en todos los juegos zonales que se hacían cuando no había fútbol profesional. También en el año 2015, tuvo la oportunidad de jugar el torneo copa pre – libertadores, se hizo en Caldas, quedaron sub campeonas perdiendo la final contra Formas Íntimas, y obtuvieron un cupo a la copa libertadores de ese año con Real Pasión.
Para la copa libertadores, el equipo se reforzó con algunas jugadoras referentes como lo fueron Carolina Pineda, Jessica Caro, Jessica Peña, Manuela González, Laura Cosme, pero no les fue muy bien, les tocó un grupo difícil donde no lograron pasar de primera ronda.
Para el 2016, María Fernanda pudo jugar el torneo de difutbol, que era la mejor liga establecida de fútbol femenino, para el 2017 estaba la idea de la primera edición de la liga profesional femenina, y Real Pasión hizo un convenio con Fortaleza y la universidad Sergio Arboleda. Quedó en el equipo que iba a jugar la liga profesional, con 18 años ya estaba firmando su primer contrato, y debutó profesionalmente ese mismo año.
Luego de esto, se desvinculó de Real Pasión y por haber jugado esa liga con Fortaleza, la invitaron a jugar el torneo difutbol con la universidad Sergio Arboleda, que fue el último torneo a nivel femenino, en ese torneo el equipo quedó cuarto a nivel nacional, y María Fernanda quedó goleadora del equipo con 6 goles.
En el 2018 vuelve a jugar la liga profesional con Fortaleza, un torneo donde el equipo hizo una campaña mejor y se quedó por fuera por tan solo un punto, con un grupo bastante apretado.
“El 2019 para mí, fue un año de lucha, un año muy difícil”, el profesor Carlos Escamilla, por el trabajo que realizó durante su etapa jugando con la universidad Sergio Arboleda y el convenio que tuvo con Millonarios, la llama para que sea parte de ese proceso, “Se hicieron unas convocatorias, con el profe Douglas, y varios profes que iban a ser parte del proceso del equipo femenino”. El año empezó el segundo semestre del 2018, en ese momento comenzó el proceso con Millonarios, era la capitana del equipo, pero luego en diciembre llegó el profe Douglas Calderón cambió todo.
“Creo que no le gustaban algunas cosas de mí parte física, pero aun así estuve hasta el último filtro, donde se suponía que íbamos a estar las jugadoras del equipo profesional”, estaban a la espera de qué jugadoras extranjeras podían contratar para la liga profesional, “paso una situación, el profe habló conmigo, me dijo que ya no había el presupuesto que ellos habían destinado para las jugadoras no extranjeras”. “No podía seguir en Millonarios, era muy complicado para llegar a entrenar a Xcoli o al campus de la Sergio Arboleda, decidí salir de Millonarios y esa liga no pude jugarla”
Luego, vienen momentos difíciles para la vida de María Fernanda, una etapa en la que entra en depresión por todo lo que pasó con Millonarios, “Duré dos meses en los que no quería saber de fútbol, no entrenaba, me dediqué a trabajar, pero tuve la fortuna de que Ángeles me dejara retomar el fútbol, fui a Santa Marta a jugar un torneo, estaba subida de kilos por mi etapa de depresión, pero quedé goleadora del torneo”
Después de esta etapa tan difícil, viene el primer hexagonal del Olaya femenino, un torneo que se disputó en la ciudad de Bogotá, donde los equipos que participaban, la mayoría tenía en sus filas jugadoras profesionales, este torneo lo disputó con Ángeles, “fue el torneo que me levantó nuevamente como jugadora, tenía el respaldo del equipo y de mi mamá que es la DT, marcamos mucho la diferencia, me desempeñé muy bien, pude quedar de goleadora del torneo, fue el torneo que me devolvió la confianza”
En el 2020, un año atípico para todos, al final después de tanta incertidumbre se realizó la liga profesional femenina, liga en la que María Fernanda juega en Fortaleza “Esperamos sacar los puntos y pasar como mejor tercero a la siguiente fase”
Además de ser jugadora profesional, también es entrenadora, es estudiante de la universidad de Cundinamarca, ciencias del deporte y educación física y actualmente está en octavo semestre. En Ángeles fue donde pudo empezar a ejercer como entrenadora en categorías masculinas y femeninas, “tengo muchas capacidades como profe, el análisis del juego, trabajar la táctica, la técnica, la parte psicológica considero que es fundamental, si tienes un equipo motivado te va cumplir en todos los aspectos. Soy muy exigente, me gusta trabajar bien, dar mi 100% y así mismo pedirles a mis jugadoras”
“Sueño con ser una jugadora referente en Colombia, jugar en Europa y poder llegar a la selección Colombia y representar el país en un mundial y ser campeona de un mundial, como entrenadora sueño con dirigir un equipo profesional y dirigir la selección Colombia”