Foto: Manuel Cartagena
Pese a que el fútbol playa es una disciplina poco practicada en Colombia, Nathalia se puso los guantes, es embajadora y su meta es que más mujeres se animen a jugar y hacerlo visible. Conoce su fascinante historia de vida.
Hace 25 años las tierras antioqueñas vieron nacer a una mujer completamente apasionada por el deporte, que hoy en día se destaca por ser una de las mejores exponentes del fútbol playa en el mundo. Nathalia Andrea Murillo Castañeda, ha obtenido el reconocimiento internacional, gracias a su constante práctica, desempeño y dedicación a este deporte poco conocido en nuestro país.
Los logros de ahora, se han gestado desde su inicio en el deporte a sus 11 años en el patinaje de velocidad, que practicó de manera profesional durante seis años, obteniendo importantes triunfos a nivel regional. Seguidamente, fue sobre un “caballito de metal” por cuatro años, que consiguió el Subcampeonato Nacional de Pista durante repetidas oportunidades.
Pero fue en el fútbol, donde seguiría cosechando frutos, gracias a su entrega, disciplina y su habilidad bajo los ‘tres palos’. Inició como portera en campo y ya desde hace tres años, se viene desempeñando en esta misma posición en la modalidad de fútbol playa, lo que la ha catapultado a ser una deportista de alto reconocimiento, en una disciplina que eligió dada por su personalidad “poco convencional”.
Uno de los títulos que más lleva en su corazón, fue en 2016 junto con Antioquia Beach Soccer en Trinidad & Tobago, al quedar de campeonas de las justas; “fue algo que había visualizado mucho tiempo antes y sucedió todo como lo había imaginado y más, ya que logré ser la mejor portera del torneo”.
Afrontar retos desde muy temprana edad, es una de sus cualidades. Se emociona al hablar del porqué se dedica a esta disciplina, no sin antes agradecer a su compañero de Alma Máter, Santiago Alzate, quien a su vez es el creador del único club
en Antioquia, legalmente constituido de de fútbol playa. Asimismo, menciona que otra de sus motivaciones, es la nulidad de practicantes femeninas en Colombia que se dediquen a este deporte de manera profesional, siendo su objetivo
personal, ser pionera en el balompié de playa.
El reto de practicarlo, se le convirtió en un amor a primera vista, siendo este un deporte técnica y tácticamente exigente, lo que es su mayor motivación para acercarse a él y consolidarse entre las mejores 20 jugadoras del planeta.
Su disciplina y clara pasión por lo que hace, le valió el título de embajadora mundial a elección del Beach Soccer World Wide, ente regulador del fútbol playa a nivel mundial por parte de la FIFA. Afirma, que este reconocimiento le permite llevar un mensaje
claro y hermoso en el que seguir los sueños, sí es posible, sumado al honor y el orgullo que siente al ser la voz que le dice a las mujeres que deben creer que todo es posible, siendo la primera colombiana en obtener esta máxime declaración y ser parte de las cinco mujeres imagen de este deporte, que por primera vez, elige una colombiana caracterizada, en una luchadora como ella.
Pero el camino no se detiene y espera cumplir su sueño de llegar a Europa a mostrar lo mejor de sí en el viejo continente en 2019, preparándose física y mentalmente, a la espera de que su trabajo de relacionamiento y talento, le permitan estar en forma
para concretar algunas ofertas que vienen cavilando, bajo su anhelo de ser la primera del país jugando en las mejores ligas de futbol playa del mundo.
Mientras su sueño se hace realidad, Nathalia continúa trabajando y estudiando, además de incluir en su tiempo libre sus pasiones: el cine, Netflix, la buena comida y su preparación física.
Nunca pierde el enfoque, afirma que desde pequeña aprendió a que se debe trabajar muy duro y con toda la pasión, asegurando día a día pequeñas metas, que la conduzcan a sus deseos más grandes: “debes tener la fuerza y la pasión de le levantarte todos los días aunque te duela todo aunque hayas fallado antes, aunque ya nadie crea en ti, debes amar lo que haces y saber que si trabajas con todas las ganas y todo el amor siempre las recompensas llegan”.
Frente al panorama del fútbol de playa en Colombia, enfatiza que hay pocos espacios para su práctica y algunos no están ubicados en el entorno adecuado cerca a la arena o el mar, lo cual no ha permitido el crecimiento de este deporte. Señala que sí es pertinente nuevos espacios para que este tipo de deportes olvidados surjan en el país.
Nathalia se proyecta en seguir trabajando para mejorar sus habilidades físicas y mentales, logrando subir su nivel futbolístico y poder continuar representando a Colombia en todas las ligas del mundo que le sean posible participar. Frente a su ámbito personal quiere optimizar sus virtudes para poder seguir aportando de sí a las personas que la rodean, quienes la han apoyado
incansablemente como su familia, su novio y el club Antioquia Beach Soccer, siempre dejando un mensaje en el que se puede lograr todo lo que con pasión está en el corazón.