María Cristina ‘Coquito’ Gálvez, una de las jugadoras más destacadas en el continente, siendo una de las mejores en fútbol sala femenino.
Por: Felipe Cubillos – @fcubillos11
Muchas voces se han unido a la tarea de proyectar, impulsar y posicionar el fútbol jugado por mujeres en el punto que merece, por méritos, relevancia y talento que, en exceso, maravilla a los hinchas del fútbol, hasta los más incautos y escépticos. María Cristina se suma y exige un mejor trato, garantías y seriedad para los torneos a nivel global.
Con solo 21 años, su talento se ha conjugado con un carácter que le permiten elevar su voz afuera de las canchas, para exigir algo mejor dentro de ellas. Actualmente viste los colores del club de su país, Always Ready y es una de las grandes motivadoras de la nómina.
En el camerino, Gálvez no se toma nada en broma y las palabras para sus compañeras no son solo de motivación deportiva, sino también un impulso para hacer historia y posicionar al fútbol femenino en el lugar que tanto se ha luchado, en las últimas décadas.
“Hay que demostrar para que nos puedan apoyar, hay que demostrar que hay talento y que nosotras también podemos traer un título al país” aseguró Gálvez, que es el mensaje que se debe entregar en los vestieres.
Juega como profesional desde los 15 años y ha estado en equipos como Racing Junior y en 2018 se ganó el apodo de ‘Messi’ boliviana, después de una actuación de primer nivel en las Olimpiadas de la Juventud de ese año, celebradas en Argentina.
Estatura baja, velocidad, encare, gambeta y gol, son algunos de los condimentos de Gálvez dentro de la cancha y su magia ha ido impregnando a los seguidores del deporte rey que empiezan a ver en la joven jugadora, una promesa del fútbol femenino de Bolivia, Suramérica y el marco global.