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Además de sus duras realidades, se les cancelaron sus contratos laborales.
Aunque España está mutando a un desarrollo pleno de su fútbol femenino, gracias al Convenio Colectivo firmado entre jugadoras, clubes y Federación Española de Fútbol, se conoció en los últimos días que dos jugadoras lesionadas fueron desamparadas por sus clubes.
La primera en retratar su triste realidad es Mariajo Pons, quien lleva casi un año lesionada de sus manos y que aseguró en sus redes sociales le rescindieron su contrato; por ende, puso fin a su carrera deportiva. Un mensaje acompañado por las fotos de sus manos deterioradas.
Según el portal 20 Minutos, el resultado no ha sido ni mucho menos satisfactorio y, después de casi 10 meses de dolorosa rehabilitación, los médicos le han confirmado que esa mano se le va a quedar con sólo un 20% de movilidad.
La siguiente imagen puede tener un alto impacto visual, se recomienda discreción.
La ex-internacional española de 35 años, ganadora de 1 liga española y 4 Copas de la Reina, concluyó su mensaje de esta forma: “Estas cosas a día de hoy no deberían seguir pasando en el fútbol femenino”. El Espanyol por su parte no ha emitido respuesta alguna.
El otro caso, aunque muy esperanzador, es el de Paula Nicart, jugadora de 25 años que quedó sin equipo por una lesión en su rodilla que la ha mantenido inactiva por 8 meses. El Valencia, su último club, le terminó su contrato tras 6 temporadas.
En una entrevista para Marca de España, Nicart se planteó varias veces su posibilidad de abandonar el fútbol: “Te engañaría si te dijera que no se me ha pasado por mi cabeza la idea de dejarlo en más de una ocasión. Lo he pasado mal, física y anímicamente, y me he cuestionado varias veces si merecía la pena seguir luchando”.
Pero a diferencia del caso de Mariajo, Paula cuenta los días para regresar al fútbol, aunque sin equipo: “No me lo esperaba con todo lo que he dado por este club, pero es una decisión ajena a mí. Entiendo que quieren renovar el espíritu de la plantilla, que los fantasmas del pasado vienen con nosotras (de momento han salido 12 jugadoras), y por eso prescinden de mí”.
Nicart estuvo 230 días lesionada de su rodilla derecha. Cuando se recuperó, volvió al Valencia y solo duró 3 meses, luego de que su ex-compañera, la namibia Zenatha Coleman, cayó accidentalmente en su rodilla durante un entrenamiento y tuvo que volver al quirófano.
Los clubes en los que militaban ambas futbolistas luchaban por no descender, pero tras la suspensión de la Primera Iberdrola a causa del Covid-19, la Federación anuló los descensos y el próximo curso se jugará con 18 equipos. Un oxígeno deportivo para dichos equipos.
Por el momento, el panorama para poner en marcha el Convenio Colectivo en España se ha dificultado y las futbolistas esperan con ansias jugar con garantías laborales dignas como sueldos, licencias por maternidad y beneficios para los clubes como los derechos de televisión.