Para los seguidores del fútbol femenino el nombre de Orianica Velásquez es usual y casi natural a la hora de hablar de las jugadoras emblemáticas de nuestra selección Colombia; una guerrera de mil batallas que abrió las puertas de su casa y de su vida a fémina fútbol para que, a través de nuestros canales de comunicación, sus seguidores y todos los que apoyemos a la selección femenina de fútbol conozcamos más acerca de su historia, su vida y sus proyectos.
Ori como le dicen sus amigos más cercanos y como nos permite llamarla en esta nota, nació en Villanueva Guajira y es la menor de 3 hermanas. A la edad de 2 años llegó con su familia a la capital debido a que su padre Tomás Velásquez era en ese entonces Representante a la Cámara por la Guajira. Cuando le pedí contarnos sobre sus inicios, sus padres Tomas y Yanis, llenos de orgullo y entusiasmo, tomaron la vocería y se volvieron protagonistas principales de este momento compartiendo conmigo recuerdos, relatos y fotografías que reconstruyen el inicio de una gran deportista ejemplo de disciplina y constancia.
Casi nadie lo sabe pero los primeros acercamientos de Ori con un balón se dieron viendo a su padre jugar microfútbol en las mañanas, “yo salía todos los fines de semana a las 7:00 a.m. a trotar y a jugar Microfútbol en Modelia, allí había una ruta y cuando trotaba ella me seguía. Cuando llevábamos dos o tres vueltas que yo creía era suficiente para una niña de su edad le decía hija siéntate en esta banquita que yo te vigilo mientras voy dando otra vuelta que tú debes estar cansada, la nena me respondía no papi yo no estoy cansada y seguía trotando conmigo, “(…) ella en ese entonces se sentaba a verme jugar microfútbol, no jugaba aún, pero le gustaba ver como jugaba” cuenta su padre Tomas.
Con escasos 4 años y sin tener edad suficiente para ingresar al Colegio Americano, fue recibida excepcionalmente para tomar algunas clases. Siguió acompañando a su padre a sus sesiones deportivas y con el paso del tiempo al llegar del Colegio, Ori llegaba a contar que metía muchos goles en los descansos jugando con sus compañeras. Según doña Yanis, la niña empezó a jugar en casa con cuanta cosa encontraba, hacía peloticas con las medias y empezaba a jugar por todos los pasillos
Cuando Ori tenía 7 años, su padre fue víctima de un atentado del cual logró salir con vida pero que lamentablemente le quitó la movilidad de sus piernas, suceso doloroso para la familia pero que al mismo tiempo demuestra la tenacidad de los Velásquez quienes unidos se sobrepusieron a este suceso y no dejaron de pensar en la pasión de su hija.
Don Tomas quien siempre fue un amante del deporte no pensó dejar de practicarlo y a la vez no olvidó que su hija hablaba de sus goles en el colegio, por ello tomó la decisión de averiguar en el complejo deportivo El Salitre si había espacio para su hija en alguna escuela de formación. Por supuesto no había en ese entonces escuelas femeninas de fútbol, pero fue recibida con 7 añitos en un club masculino. A la vez el padre de Ori entrenaba levantamiento de pesas lo cual le permitía prepararse y a la vez estar siempre acompañando su hija debido a que sus prácticas también tenían lugar en el Salitre.
Al llegar a su primera Escuela llamada Nueva Vida, Ori mostró su talento inmediatamente anotando goles en su primer día para la sorpresa de profes, padres y compañeros y despertando la atención de todos quienes la veían correr con gran potencia y pegar tremendos zapatazos con pierna izquierda, la incredulidad de los profes sobre su corte edad de 8 años era tema de conversación frecuente pues su biotipo físico daba para pensar que la niña pasaba los 12 años aunque no era así.
En Nueva Vida conoció el mundo del fútbol y se dio cuenta que no era la única mujer practicante. Con el paso del tiempo fueron uniéndose al equipo más niñas como ella y hasta los 12 años estuvo en las filas de esta escuela deportiva siendo la delantera del equipo masculino a pesar del rechazo de algunos compañeros como respuesta a la presencia de niñas en su equipo.
Posteriormente surge la posibilidad de jugar en Real Academia (antes Coynder) club capitalino liderado por María Goretti una insignia del fútbol femenino en Bogotá. Fue en ese entonces jugando el torneo de la Liga Bogotana cuando Miriam Guerrero directora técnica de la Selección Bogotá y otra histórica del balompié femenino en nuestro país la quiso tener en cuenta para integrar el equipo capitalino, sin embargo, los 13 años de Ori eran un impedimento pues solo se permitan jugadoras mayores de 14 años. Tuvo que esperar el momento para empezar a escribir su linda historia en selecciones. Cuenta nuestra invitada que también jugaba baloncesto pero en un punto tuvo que decidirse entre los 2 deportes por cuestiones de tiempo y para fortuna nuestra se quedó con el fútbol.
Ori se siente bendecida porque su historia no está marcada por falta de apoyo de la familia o condiciones socioeconómicas adversas, cuenta que afortunadamente sus hermanas y sus padres son sus mayores fanáticos y siempre buscaron la forma de llevarla y recogerla en sus entrenamientos, hicieron muchas tareas por ella y todo lo que se requiriera para que pudiera hacer lo que tanto le gusta. Con ese apoyo logró innumerables triunfos con Bogotá y su nombre empezó a generar respeto en cuanta cancha jugó. Se puede decir que el éxito de esta gladiadora fue construido en familia, con unión, amor, responsabilidades compartidas y esfuerzos que hoy en día la conducen a sus segundos juegos olímpicos.
Como dato curioso les contamos que los Velásquez, padre e hija, hicieron parte de la delegación que representó a Bogotá en los Juegos Nacionales de 2004, un recuerdo que revive lo que es una verdadera zaga de campeones, que de fondo deja una lección de superación personal tras un hecho lamentable consecuencia de nuestro conflicto interno y que dibuja una sonrisa de admiración para todos aquellos privilegiados que conocemos y somos bienvenidos en su hogar.
De cómo una jugadora de fútbol resulta actriz en la televisión nacional
Por un contacto del Colegio Ori fue invitada a presentar casting para la serie “Juego Limpio”. Dice que no le entusiasmó para nada la idea y terminó asistiendo porque su madre estaba muy emocionada. “Fui al casting y me pidieron leer un párrafo, aprenderlo y decirlo a una persona, lo hice sin saber si estaba bien o mal, luego teníamos que hacer la 21 y ahí sí fui la mejor claramente”.
A medida que los capítulos avanzaron la exigencia fue aumentando y además del cruce de horarios entre el colegio, las grabaciones y los entrenamientos que se tornaron difíciles de manejar, confiesa que sus aptitudes evidentemente estaban en el fútbol y no en la actuación. “Tenían que cortar mis intervenciones, cambiar libretos, en una oportunidad tuve que llorar, las lágrimas no llegaron y la escena solo pudo grabarse cuando me pusieron vick vaporub en los ojos”. Cuando parecía adaptarse la serie terminó, pero quedaron las mejores experiencias y recuerdos de este paso fugaz por la pantalla chica como “Betty”. Una vez más la familia completa apoyó el proyecto y entre todos hacían tareas, maquetas, se turnaban para recogerla con tal de permitir que las cosas salieran bien.
Ori y el futsal
Ingresa a estudiar en la Universidad Católica Ingeniería Civil y de inmediato fue fichada por la Institución para integrar el equipo de futsala femenino, al poco tiempo Ori disputaba su primer nacional en ese deporte y por supuesto, fue convocada para integrar la Selección Colombia femenina que en 2007 y con tan solo una semana de trabajo logró ser subcampeona suramericana en Ecuador. Luego viene una convocatoria para la Selección Colombia Sub 20 de fútbol y la Universidad no vio con buenos ojos el hecho de ser beneficiaria de beca y faltar a tantas clases. En ese mismo momento surge algo inesperado; se da la una oportunidad de ingresar a la Universidad de Indiana en Blomomington y Ori parte a hacer su sueño realidad.
Ori retoma el fútbol sala en 2015 y como siempre salió airosa del reto, logró de la mano del profesor Rulver Pulido coronar a Colombia como equipo campeón de América, segundo título internacional en esta modalidad para el país en toda su historia, y en ambos, ha sido protagonista.
Indiana University, oda a la disciplina, sacrificio y constancia en tiempos difíciles
La beca no solo trajo alegrías, era la única latina en el equipo y a pesar de haber adelantado varios cursos de inglés el idioma era una barrera persistente en lo académico. Debía lograr un puntaje para ingresar a esa Universidad pero no lo obtuvo, fue entonces cuando su promotor Mick Lyon quien fue en sus palabras “el ángel salvador” prometió ayudarla para ingresar a otra Universidad pero Ori no iba a desistir porque la meta era Indiana. La situación se hizo tan tensa que la posibilidad de ser devuelta era latente. No se rindió. Alguien como ella no nace para ver como simplemente el reto la supera sin dar la pelea, así que sin dudarlo se quitó los guayos y se jugó la final de su vida de visitante, solo que esta vez era en la biblioteca, entre pilas de libros en inglés, jornadas solitarias y agotadoras sin nadie que la apoyara o la alentara a seguir, solo su tenacidad y ese espíritu de lucha que emerge de su corazón cuando sale a la cancha a vestir la tricolor. Finalmente lo logró y quizá es la parte que más la emociona en esta nota, se siente capaz de todo cuando nos cuenta con detalles todo lo que su vida cambió, lo feliz que fue al sentir que podía conseguir todo aquello que se fijara como meta, lo duro que tuvo que trabajar y al preguntar si alguna vez dudó de sí misma en aquellos tiempos guarda un silencio corto que rompe sentenciando, “La verdad no, la opción facilista era devolverme pero yo tenía que luchar por mis sueños hasta el final, estaba dando lo mejor de mí y confiaba en que lo podía logar”.
Hoy en día Ori es egresada de la Universidad de Indiana con excelentes calificaciones y muchos logros deportivos que adornan las paredes de su casa en la capital, más allá de eso dice ella, la satisfacción personal de haberlo logrado es su premio mayor.
11 Años con la camiseta de la Selección Colombia
Según sus cuentas su primer llamado a Selección llegó entre 2004 – 2005 cuando tenía entre 14 y 15 años para una Selección Sub 19, desde ahí y como dato curioso les contamos que nunca ha dejado de ser convocada a competencias oficiales con Colombia en todas las categorías en las cuales ha podido ser llamada. Se formó rompiendo vallas, ganó muchas medallas con Bogotá, ha vestido las camisetas de Nueva Vida, Real Academia, Gol Star, Formas íntimas, Transportes Alcaine de Zaragoza en España, sin embargo, fue la primera sorprendida cuando en la preparación al mundial disputado el año pasado en Canadá el cuerpo técnico le pidió un cambio posicional drástico, pasaría de la ofensiva a la defensiva como lateral por izquierda.
Las circunstancias del momento demandaban la necesidad de una jugadora fuerte, rápida, con posibilidad de salida por izquierda dadas las escasas variables allí, y a pesar de no conocer la posición se le midió y con creces demuestra que es una jugadora de nivel, profesional, disciplinada. No ha sido fácil dice Ori pero afirma que está dispuesta a servirle al país en la posición que sea con el mismo sacrificio y entrega que hacen que hoy en día sea sin lugar a dudas una de las grandes figuras del fútbol femenino, una emblemática que merece también el apoyo de patrocinadores privados que hoy poco a poco se acercan a varias jugadoras de la selección, un verdadero ejemplo para las niñas que empiezan a visualizar sus sueños como futbolistas por su gran dedicación para cultivar un talento que le fue innato y por el gran ser humano que es, siempre alegre, cálida, amable, honesta, entregada a su familia y al deporte.
Cuando no está con los guayos puestos disfruta compartir con sus amigos más cercanos, hacer asados, estar con su familia, ir al cine, tomar un café, seguir con sus clases de piano, afirma que no le gusta mucho la rumba y disfruta más los planes tranquilos. Sus amigos más cercanos la definen como una mujer de un gran corazón, gentil, honesta y bondadosa; por mi parte, después de tantos años de amistad solo puedo decir que es como una hermana para mí, y que ahora es un gran privilegio contarles a los seguidores de nuestra página cómo creció y se hizo Orianica Velásquez; espero que su lealtad y honestidad sean compensadas por la vida con cosas hermosas para ella.
Han sido 11 años de entrega absoluta a una causa que parece a veces avanzar tanto y en otras oportunidades decepcionar por la falta de oportunidades relacionadas con una remuneración justa. Como deporte Ori reconoce que el fútbol le abrió las puertas a muchas cosas bonitas que ha vivido, sin embargo, siente que después de tanto sacrificio constante no ha obtenido una retribución si quiera cercana a lo que se considera equitativo.
Por ahora, Ori concentra toda su atención en prepararse de la mejor manera para Río. Se entrena duro porque es consciente de la dificultad que conlleva enfrentar rivales como Estados Unidos y Francia pero cree firmemente en el fútbol que tenemos y en la posibilidad de clasificar y pelear una medalla como lo creemos en Fémina Fútbol.
A futuro espera concretar proyectos relacionados con el fútbol y por qué no, la formación de futuras estrellas aprovechando todo aquello que la ha hecho grande y súper poderosa, sobre la liga dice querer participar, aunque no descarta que pueda volver a jugar fuera del país.
Soy feliz en mi país con mi gente y con la idea de una liga profesional propia, espero que todo lo que hemos trabajado sea una ganancia para las que vienen detrás, que aprovechen las oportunidades y que comprendan que para llegar a vestir la camiseta tricolor hay que dar mucho más que todo, hay que dar el corazón.
“Agradezco mucho a Fémina Fútbol por estar siempre pendientes de la Selección, de nosotras, por apoyarnos y llevarle a los seguidores información sobre cada paso que damos, si todo sale bien y asisto a Río, tendré un detalle para que sea rifado entre los seguidores de la página que compartan la nota”
Esperamos ver a Ori triunfar en Río y ponerle un sello de gloria a su carrera y a su historia, gracias Ori por compartir con nosotros y todos los seguidores tus historias de vida, tus sueños y tus metas.
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