El primer torneo profesional de fútbol femenino en Colombia nos ha dejado grandes protagonistas como jugadoras jóvenes y también experimentadas, incorporaciones nacionales e internacionales y debuts en la zona de dirección técnica. Asimismo, personajes que siempre están presentes, pero de los que poco se habla: los árbitros y claro, las árbitras.
Paula Fernández Ome es una capitalina de 21 años, que inició su trayectoria como guardameta, pero el tiempo la hizo descubrir su pasión y talento en el silbato.
En el año 2013 comenzó su formación arbitral en la Academia Colombiana de Árbitraje y en ese mismo año debutó como jueza aspirante en las divisiones inferiores masculinas de la Liga de Bogotá, las cuales al igual que para los jugadores “son las más importantes, pues allí se conocen sus virtudes y falencias para desenvolverse en el terreno de juego. El árbitro debe iniciar con un conocimiento teórico y físico que luego pondrá en práctica, para eso hay etapas de aprendizaje y perfeccionamiento”, comentó la egresada de ciencias del deporte y la educación física de la Universidad de Cundinamarca.
Debido a su buen rendimiento, la aspiración de Paula de ser profesional pasó de sueño a realidad en el 2014, año en el que por primera vez hizo parte de la terna arbitral de un partido de la tercera categoría del fútbol profesional colombiano.
Mientras adquiría experiencia en la profesión, se construía otro sueño: el primer torneo profesional de fútbol femenino en el país.
Para el 2017, Fernández Ome había dirigido desde Pony Fútbol y Copa Claro hasta amistosos de la Selección Colombia femenina y el Torneo Nacional Femenil, hacía las veces de cuarta asistente, jueza de línea y central. Pintaba ser una de las colegiadas con experiencia en el país, una cosa llevó a la otra y finalmente fue convocada a la primera pretemporada de árbitras y árbitras asistentes, donde fue escogida para integrar el grupo arbitral de la primera liga profesional de fútbol femenino en Colombia.
El 19 de febrero del año anterior, la joven bogotana impartió justicia en el encuentro entre Cúcuta y Fortaleza disputado en la ciudad de Zipaquirá, correspondiente a la primera fecha de la justa nacional. A partir de ahí Paula participó en otras cinco fechas de la liga. “El torneo fue increíble, dejó un saldo muy positivo para el país, para su fútbol y para el papel que juega la mujer en él. Se demostró gran organización y buena acogida del público” opinó la experimentada jueza.
Ahora, Fernández Ome se prepara dentro y fuera del campo para lograr dirigir en el segundo campeonato profesional femenino del país, “la mujer en el arbitraje colombiano juega un papel fundamental, pues si este va a promover el fútbol femenino debe ser regido por mujeres y en la actualidad tenemos muchas referentes que nos dan los parámetros y experiencia para dirigir un buen torneo” añadió Paula.
Además invitó a las todas las niñas y mujeres que sueñan con hacer parte de una u otra manera del fútbol femenino profesional que aprovechen el auge que la disciplina tiene en Colombia, América Latina y el mundo.
Fotos: Archivo Personal, Paula Fernández Ome