Jessenia Zorro, una de las tantas futbolistas que todavía persiguen el sueño profesional y luchan día a día para cumplir en su trabajo y deporte a pesar de los momentos difíciles que vive el país.
Para nadie es un secreto que el fútbol femenino en Colombia viene en crecimiento y cada año hay más oportunidades para las futbolistas de pertenecer a algún club profesional. Sin embargo, aún existen muchas jugadoras que siguen en proceso y no han logrado dar ese salto por cuestiones de trabajo o falta de oportunidades.
Jessenia Zorro, comenzó como muchas sin tanto apoyo y sacando todo el tiempo posible para mantenerse en forma y construir su sueño. “Inició como todo, al principio fue complicado porque no tenía apoyo, pero estaba el más importante que es el de mi madre. Juego en la posición de delantera o volante izquierda y derecha”.
Igualmente, destaca que sus pinos futbolísticos no sucedieron en un césped, pues “antes no jugaba fútbol, practicaba microfútbol y desde ahí fueron mirando mis habilidades y me llamaron para que perteneciera al club Atlético Boyacá, donde estuve desde 2017, equipo que me brindó un apoyo importante y siempre me tuvieron en cuenta para campeonatos departamentales y nacionales”.
Esta jugadora también ha pertenecido al proceso de Boyacá Chicó femenino, club que no ha podido ingresar a competir en la Liga Femenina por cuestión de recursos económicos pero el equipo todavía se encuentra en formación. Por ello, Jessenia Zorro, conocida también en el ámbito futbolístico como Cheka, tiene la opción de trabajar y prepararse al mismo tiempo aunque normalmente su preparación deportiva la hace de forma independiente.
“Antes me dedicaba de lleno al fútbol pero siempre los gastos para viajar y poder jugar son grandes. Entonces intercalo los entrenos con trabajo. Mis jornadas son de lunes a domingo, sin descanso pero cuando puedo me estoy entrenando con trote, gimnasio, en cancha y siempre estar en partidos. Igual en la empresa donde trabajo me dan los permisos correspondientes para poder seguir preparándome como deportista. Mi vida se resume en trabajo y fútbol”, destacó la jugadora de 27 años.
Asimismo, por tema del COVID-19, el deporte quedó estático y a pesar de conservar su empleo en una fábrica de aseo donde produce químicos, ha tenido que prepararse de forma independiente para no perder ritmo y seguir siendo constante para cumplir su objetivo en las próximas ediciones de Liga Femenina. “Una de las palabras que me define quizá es guerrera porque en algún tiempo pensé que el sueño se iba a caer por un buen tiempo pero existieron palabras que me motivaron y me dio a conocer que el fútbol femenino actual está creciendo bastante y eso me ayudó a no perder las esperanzas porque no he podido jugar a nivel profesional. Aún tengo confianza en mí misma, en mi talento porque el sueño total no se ha cumplido y es ser futbolista profesional”.
Además, una de sus fortalezas como jugadora es que “siempre me he destacado por mi velocidad, diagonales importantes en la delantera y enganches. En conclusión amo mucho este deporte que me ha dado alegrías y tristezas. Seguimos en la lucha para conseguir el sueño anhelado que es jugar con un equipo a nivel profesional”.
De igual manera, Manuel Turga, dueño de la empresa donde labora siempre la da la opción de poder trabajar y entrenar. “Nos vinculamos con el deporte porque vemos esa gran virtud de categorías femeninas y masculinas. Tenemos la gran fortuna de contar con Jessenia Zorro una futbolista que ha representado diferentes equipos del departamento, a ella le gusta mucho su deporte pero también dice que debe ser responsable con su trabajo y se tiene que sostener para sus gastos. Por ello, acá le damos esa oportunidad”.
Mientras pasa esta emergencia sanitaria que sacude al mundo, Jessenia Zorro seguirá trabajando pero a igual como muchas jugadoras tratando de estar en forma y vigente para más adelante seguir con el proceso y pelear por su sueño a nivel profesional. Igualmente, esto significa solo una cosa: que es amor único y verdadero, una pasión que especialmente el fútbol unió y seguramente las diferentes circunstancias no acabarán esta relación que quizá retomará su rumbo una vez culmine la crisis en Colombia.
Foto: Andrés Rocha
@andresrochaf