Romina Calatayud, directora de Girls United dialogó en una amena charla con Fémina Fútbol
Antes de empezar, quisiera remontarme a una columna de un periodista colombiano que alguna vez escribió lo siguiente. “Una mujer que le guste el fútbol da miedo. A las mujeres con las que estuve las escogí siempre bajo los mismos parámetros: pelo negro, estatura media, buen cuerpo y unas completas ignorantes en el fútbol. Ver los partidos era mi tarea”.
Ahora bien, Andrea Rodebaugh, ex futbolista y directora técnica mexicana, quien estuvo en una conferencia en línea con Mabel Velarde y Romina, a través de la cuenta oficial de Girls United en Instagram (@girlsunitedfamex), respondería con lo siguiente. “Por qué nos vamos a enfocar en la belleza, sexualidad y apariencia en una jugadora, cuando hablamos de fútbol. La barrera más grande es la cultura, nuestra cultura choca con la participación de la mujer en una actividad que caracteriza tradicionalmente al varón”.
Es como si fuera en contra de su naturaleza, pero Andrea pone un ejemplo muy pertinente. “Si nosotros logramos entender que el fútbol es un deporte como cualquier otro, que, si culturalmente dejamos de diferenciar o de tratar de meter los deportes en categorías de mujeres y hombres, se acaba el problema y dejamos de cuestionar a las mujeres que juegan el fútbol por estos temas”.
Andrea hizo una comparación con la comida fundamental. “Culturalmente hablando, nosotros no dividimos la comida entre comida para hombres o para mujeres. La comida es comida y cada quien come lo que le guste, así debe ser el deporte. Pero si la separáramos y hubiera comida para hombres o mujeres, yo preguntaría, ¿a quién le gusta el helado? Y si los varones levantan la mano, cuestionar al varón. ¿Cómo te puede gustar el helado que es dulce y suave como las mujeres? Es ridículo pensar en eso, pero es lo que pasa en el fútbol, es una idea que se cree que si juegas fútbol tomarás características de hombres. Si comes helado te vas a afeminar”.
Pese a ello, la realidad no es esa, el fútbol es el mismo deporte para hombres y mujeres. Está regido por el mismo reglamento y no tiene nada que ver el deporte con aspecto físico y feminidad, hay que educar a toda la gente, es un aspecto personal.
¿Recuerdan que en los últimos días Fémina Fútbol entrevistó a Mabel Velarde que dejó una conclusión con mirada de género? Bueno, el caso de Romina Calatayud también es muy interesante y en el 2020, Mabel y Romina se han juntado para seguir buscando la equidad en el fútbol femenino.
De Ecuador nos trasladamos a México, país en el cual el fútbol femenil se ha hecho mucho más visible desde 2017. De la Academia Mabel Velarde, pasamos a Girls United. Así las cosas, los invitamos a que se sumerjan en otra historia futbolera, pero más que el deporte que tanto les gusta, hablar de equidad en el balompié femenino.
“Futbolera de toda la vida”, Romina Calatayud
Muchos se preguntarán, ¿Quién es Romina Calatayud? Una futbolera de toda la vida, quien practicó el fútbol a nivel universitario en Inglaterra. Estudió Política en King’s College, sin dejar su pasión. En Londres pudo desarrollarse como la capitana del equipo universitario. Sin embargo, nunca contempló el profesionalismo como una opción, tal vez por la falta de visibilidad, dado el calibre de las ligas mexicanas y británicas que todavía no eran consideradas profesionales.
Nunca soltó el balón y pensó en ver el fútbol de otra manera gracias a la política. Su carrera le abrió muchas puertas en organizaciones no gubernamentales que hacían distintos tipos de educación para niños. Las pasantías en estas organizaciones no solo las realizó en Inglaterra, sino que pudo conocer Uganda.
Además de esto, Romina vio en la política, la posibilidad de combinar sus pasiones. Sin duda alguna, ella quería demostrar las injusticias que hay en el fútbol femenil y su manera de evidenciarlo es por medio de las leyes. “El fútbol es tan poderoso y no hay que desaprovechar ese poder. Hay que tratar de enfocarlo en algo que pueda generar cambio”, mantiene Romina y así nació la idea de crear Girls United (Chicas Unidas).
Por medio del departamento de emprendimiento de la Universidad, presentando un plan de negocios y el proyecto, el ente dio el aval que permitió la existencia de algo que mantiene una visión ambiciosa, pero que finalmente ha sido muy exitosa, provechosa y buena en varios factores.
Apoyo familiar encaminado al fútbol
Sin duda alguna, es importante siempre tener el apoyo familiar en el balompié y más cuando hablamos de mujeres que en ocasiones los padres de familia sienten ese temor a que su hija le tome el gusto al balón. Pese a ello, en el caso de Romina fue importante nacer en un núcleo completamente futbolero. Su hermano mayor, Eric Calatayud y sus primos la adentraron al mundo del fútbol cuando apenas tenía tres años. Por otro lado, su familia se trasladó a Estados Unidos donde Romina pudo jugar en un club competitivo, pero amateur por su categoría.
Posteriormente, volvieron a México con un sueño por parte de su hermano por buscar el profesionalismo. Romina, como se mencionó, no vio el profesionalismo como una opción, una de las razones, por la falta de visibilidad. “Estoy segura que hay chicas que buscarían más esas oportunidades. No había liga profesional y tampoco algo que te dijera, voy a seguir este camino, esta pasión”. Pese a ello, siguió jugando en el equipo del Tecnológico de Monterrey. Después, al llegar a Inglaterra en el King’s College, en donde portó el brazalete de capitana por dos años.
La política, otro gran aliado para con Romina, otra gran pasión que logró combinar con el fútbol, una disciplina que tiene la capacidad de buscar equidad. “La verdadera política es la que genera un tipo de sociedad que va mucho más allá de un reglamento o ley. Podemos decir que las mujeres tienen los mismos derechos, pero hay que generar un cambio con miras a esa equidad”, esta fue la motivación de continuar con el amor al balompié, pero de una manera más académica.
Experiencias en el mundo
Los estereotipos siempre están presentes en todas partes. Romina mantiene que siente que todavía no ha llegado a un país en donde vea que se viva en equidad. Hay un tema importante de cómo de manera individual, chicas van mejorando su desarrollo y queda claro que en ningún lado se ha llegado a tener una comodidad de equidad de género.
Por ejemplo, en México hay un machismo muy claro que le pone todo tipo de altos a chicas que quieran jugar. Así también en Inglaterra, el desarrollo es distinto, “he entrenado en clubes de niñas y niños allá y no es lo mismo a que se caiga un niño en un entrenamiento y que el entrenador siga el entreno a que cuando pasa eso con una niña, todo el equipo rodea a la niña para revisar si está bien. No es el fin del mundo si se cayó. ¿Qué mensaje se da cuando al hombre lo motivas a seguir, mientras que a la mujer la abordas a ver cómo está?”.
Evidentemente, son retos distintos entre dirigir a hombres y mujeres por estos temas que pueden sonar insignificantes. No obstante, dejan un mensaje disímil, en el que al hombre se le motiva y a la mujer se le pobretea en parte. Así inicia la equidad, en que ambas personas tengan el mismo trato una vez suceden estas situaciones.
Chicas Unidas: Por la equidad, dentro y fuera de las canchas
Año 2016, Romina se graduó de King’s College en Londres y apareció la gran oportunidad de formar Girls United en su regreso a México. La organización empezó en el municipio de Bacalar, Quintana Roo, con un objetivo claro: poder crear espacios para que chicas puedan jugar, competir y tener más espacios inclusivos en el deporte.
“Estar en el campo de juego con jugadoras y entrenadores, ver la alegría y transformar a las mujeres en personas admirables es lo que me ha hecho seguir construyendo proyectos. Me inspiran a desarrollar una organización que ha llegado a todo el mundo, dándoles a las mujeres un espacio para llegar a su máximo potencial”, de acuerdo a la página de Girls United, esta era la ambición de Romina Calatayud con la organización.
No sólo esa es el anhelo, sino empoderar a mujeres en comunidades locales a través del fútbol para trascender en el ámbito técnico y táctico, brindando habilidades de vida y creando líderes. La academia que recibe a niña de 5-18 años, también organiza partidos y torneos durante la pretemporada. De esa forma, busca que las jugadoras desarrollen habilidades futbolísticas e incrementar su autoestima y formación integral.
“Yo estaba en Inglaterra, donde me certifiqué como entrenadora y me dije, qué mejor que empezar en un lugar medio rural de México y una zona súper urbana en Inglaterra”, una prueba de Romina que ha logrado subsistir en territorio mexicano y británico que busca impactar la equidad de género a una manera más amplia.
Queda claro que lo que busca Romina es sin duda alguna crear programas que lleguen a impactar en el mundo. “Entender y demostrar que nuestros programas pudieran llegar a ser impactantes a nivel comunidad, abordando temáticas locales y a su vez, replicarse en ubicaciones distintas y formar parte de un movimiento global”.
Equipo de Girls United
“Nos ha ido bastante bien, en México tenemos ligas, torneos y talleres escolares impactando a más de 800 niñas. Siempre habrá retos para romper esa primera barrera que los papás las traigan a los entrenamientos. Hemos contado con la suerte de tener a más de 50 entrenadores capacitados”, mantiene Romina.
Félix Pérez se unió a Chicas Unidas en mayo de 2019 y es el mánager del club de México. Además, cuenta con una experiencia de más de 10 años como entrenador. Kimberly Luna tuvo experiencia como jugadora en Bacalar. Después de ello, hizo parte del programa GU Young Leaders (Jóvenes Líderes). Asistió a talleres de liderazgo, se convirtió en entrenadora acreditada FA en 2019 y entrena el grupo de 5 a 11 años.
Melissa Camacho también fue jugadora de Girls United, hizo parte como Kimberly del programa de Young Leaders. En la actualidad es entrenadora y asistente en la organización en México. Keyla Aguilar llegó en 2019 a la liga de Girls United y después se inscribió a los cursos de dirección técnica. Ahora entrena la sede en Miguel Hidalgo, lugar en el que vive.
Por otro lado, en Londres, la organización cuenta con Abigail Ingram que es la mánager del club londinense. Mya Powell, quien se unió en 2018, empezó como asistente y ahora es una entrenadora principal. Mya entrena las sesiones de los sábados, con miras a inspirar jugadoras y enseñarles habilidades de vida a través del fútbol. Greer-Aylece Robinson ingresó al proyecto en 2019 como asistente, tomó las riendas del Sub9 y asiste en la Sub11 las sesiones sabatinas.
Gran reto: hombres entrenando mujeres
“Para mí es importante que hombres se sumen a este tema de la equidad, no podemos estar entre puras mujeres. Es un proceso”, expresa Romina, en un cambio en el que todos deben unirse para generar un impacto. Esencialmente, conlleva entrenarse bien e informarse de la mejor manera para conocer la fisiología de la mujer, se necesita ser empáticos.
Cada entrenador debe saber qué es lo que puede aportar y reconocer que se necesita la unión en esta temática. Los hombres interesados se sienten más empáticos y se interesan en las realidades que viven las chicas, siendo esto fundamental. “La necesidad es inspirarles a los entrenadores e introducirlos en el ambiente del club. Hay que entender los contextos de las chicas y nos interesa verlas como personas e individuos y luego pensar en ellas como futbolistas”, agrega Romina.
En esa búsqueda de aliados, el Arsenal inglés envía entrenadores a participar en México y es importante la experiencia que tienen y más de cara a este reto que asumen hombres al entrenar mujeres.
Partido más largo de la historia
Amigos futboleros, ¿podría usted imaginarse, tres días continuos jugando al fútbol? Pues esto mismo sucedió en las instalaciones del Lyon en 2019, evento al que Girls United de México atendió. Melissa Camacho, Kimberly Luna, Mariangela Medina y Luisa Lessiur viajaron con la dirección de Romina Calatayud a Francia. “Fue una experiencia inspiradora para mí, estaba casi de mamá allá”, menciona jocosamente Romina. Agrega que “eran jugadoras que nunca habían salido de México, ni siquiera de Quintana Roo y es bueno ver a todas unidas con la disposición de querer usar el fútbol como una herramienta”.
Gratificante, pero difícil la experiencia, pues la comunicación con las demás jugadoras era mucho más complicada, sin embargo, lograron crear un gran ambiente. Aparte de ello, tuvieron la oportunidad de llegar a Inglaterra, conocer a la organización británica, jugar un torneo juntas. “Para mí como fundadora fue genial, las chicas han sido ejemplares, son líderes y al regresar, pudieron capacitarse como entrenadoras”, sin duda alguna, una experiencia que marcó a Romina.
Por ello, compartimos un link proporcionado por Romina de la experiencia en Europa:
Unión entre conocedoras: Mabel Velarde
Durante el evento del récord mundial del partido más largo, Romina conoció a Mabel Velarde. Calatayud asistió al evento, ‘Fútbol Femenino y Equidad de Género’ en Ecuador. Para la mexicana también fue una gran experiencia por la cantidad de entrenadores, las conferencias y el impacto que se logró.
“Verdaderamente está cambiando el fútbol femenino en Ecuador y a raíz de esa pasión, fue importante unir fuerzas”, esa búsqueda por aliados la encontró con Mabel que finalmente se unió a principios de 2020. Evidentemente es más fácil si ambas personas buscan lo mismo y así fue. “Queríamos montar con Mabel la segunda edición del evento en Ecuador, pero en México. Sin embargo, esta situación que vivimos ahora no permitió llevarla a cabo”, aunque no lograron hacer el evento, han podido interactuar gracias a Instagram que, en la cuenta personal, han hecho en vivos con personas vinculadas al fútbol femenil.
Mabel, sin duda alguna suma mucho al equipo de trabajo, es una persona más que capacitada para manejar las temáticas de género. “Lo que vamos a hacer es desarrollar y crear programas específicos para el fútbol formativo, pero también educar a los entrenadores sobre el ciclo menstrual, de cómo aplicarlo a un entrenamiento y cómo entenderlo”, dijo la ecuatoriana.
Adicionalmente, Mabel también manifiesta que, “la razón principal de venir es que ambas queremos equidad en el mundo. Cambiar mentalidades, cambiar almas y dejar una huella en el mundo es algo que tanto yo como Girls United buscamos”.
Liga MX Femenil, la llegada en 2017
Ese paso a la profesionalización llegó en el 2017 y Romina mantiene que la afición ha recibido bien la Liga, siendo esto algo importante. Sin embargo, sí o sí hay varias temáticas que se tienen que mejorar. Hacer un torneo no es simplemente hacerlo por hacerlo, sino realmente es darles las mejores garantías a las futbolistas, eso es llegar a profesionalizar la competencia.
Un aspecto que Romina piensa que se debe implementar es fortalecer el nivel formativo, “si no lo hay, sería muy difícil tener reconocimiento internacional”, es algo que se trabaja en Chicas Unidas y el objetivo es que se alimenten de esas bases para mejorar la profesionalización. Las jugadoras han tenido que sobrellevar una vida de luchas y se merecen las mejores garantías y eso viene también desde la juventud y de esa forma se trabaja para darle mayores oportunidades a chicas que quieren formarse y llegar al profesionalismo.
Con respecto a la discriminación dentro de la MX Femenil, Romina cree que no hay un espacio justo. Sin entrar a comparaciones, las instalaciones varoniles son completamente distintas de las que se les dan a las mujeres y desde ahí empieza la búsqueda de la equidad, desde el mismo trato que reciben las futbolistas. “Toca cambiar la mentalidad y apostar por una inversión al torneo. Si se les da la oportunidad habrá estadios llenos, gente comprándose las playeras, la industria tiene todo el potencial de estar ahí”, sin duda alguna no es correcto. Requiere mucho esfuerzo llegar a ese nivel y sabiendo que lo han hecho con escasas garantías.
Involucrar más mujeres dentro del fútbol femenil
La presente Liga BBVA MX Femenil cuenta con cuatro equipos con una mujer como directora técnica. Esta situación en el que se unan más mujeres es fundamental y es importante que se abra ese espacio para estrategas. “Así se espera que haya mejores garantías para las profesionales”, mantiene Romina.
Hay que darles visibilidad a las entrenadoras indagando más en ellas y que esto sea una ayuda para que haya mejores oportunidades. Es increíble ver a lo que todas las mujeres tienen que afrontar y que las demás no tengan que vivir lo mismo. Tienen que haber más árbitras, dirigentes, entrenadoras, reporteras, periodistas mujeres para darle esa difusión al fútbol femenil. Así se les da más valor a todas las jugadoras que desean jugar para afrontar comentarios y estereotipos.
Fútbol mixto: el objetivo
“El fútbol mixto es el objetivo, a niveles formativos, creo que es lo mejor que se puede dar para que los chicos estén creciendo con respeto, se desarrollen mejor. Es a lo que toca trabajar”, pese a esta afirmación, Romina cree que Girls United no incluye el fútbol mixto en sus programas es porque, “no estamos ahí. Hay muchos papás y chicas que no se animan a inscribirse si hay hombres. Nuestros entrenadores y nuestras jugadoras crean un espacio íntimo, seguro y desenvolviéndose sin preocupaciones a estereotipos”.
Se espera llegar al fútbol mixto, pero de igual forma, los equipos mixtos son mayoritariamente formados por hombres. Eso no es mixto si solo incluyes a una mujer en tu equipo, para llegar al concepto mixto, deberían ser 50%, hombres, 50% mujeres en un club.
Maribel Domínguez, jugadora mexicana logró llegar al Atlético Celaya, un equipo masculino rompiendo barreras. Romina afirma que es importante ganarles a los miedos que uno tenga como lo hizo Maribel. No se trata de demostrar que las mujeres son iguales, sino decir que ellas, al igual que los hombres puedan jugarlo.
“Sin lugar a dudas, se trata de un espacio donde se pueda disfrutar y eso no tiene que ver con que sean hombres o mujeres”. Las mujeres tienen mucho que aportar y eso está bien.
Caso colombiano: María Paz Mora Silva
Así como se analizó con Mabel Velarde, Romina Calatayud también analizó el caso de María Paz, arquera de 11 años que disputó un torneo amateur con un club de hombres. Ella era la única mujer en el arco y dejó el pórtico en ceros durante tres juegos. Una vez accedieron a la siguiente fase, el club Dinhos fue descalificado sin recibir ningún aviso del por qué. No obstante, se atribuye que es una discriminación gigante frente a la futbolista.
“Ella tenía la edad correcta y si está en el reglamento, no debe haber este tipo de acciones. Ella se ganó su lugar en el equipo”, expresa Romina. Nuevamente recalcó que, al existir las reglas, esto no debe suceder en ningún contexto.
“Regreso a lo importante que es tener entrenadores que estén capacitados. No puede ser que, a la hora de estar perdiendo, entrenadores se quejen, ay no, saca a esa chica. ¿Qué ejemplo le estamos dando si suceden esas cosas? Tenemos que responsabilizarnos más”.
Una conclusión final más que clara
“Son cosas que suceden en la cancha y hasta en la calle, no hace falta quien te silbe. Hay que respetar a quien juegue, si juega bien, si juega mal está ahí por algo. Cuando todos, hombres y mujeres, se den cuenta que las mujeres no son un objeto, no son nada más que otro individuo con otra fisiología, pero no más ni menos”.
Quisiera finalizar con esta cita textual, que tal vez se pregunten el contexto de ella. Hace poco salió un video de Norma Palafox, jugadora de Chivas de Guadalajara quien manifestó que es increíble entrar a un estadio y ver que algunos hombres, una vez ella se agacha o tiene el balón en sus pies, hombres sueltan comentarios discriminatorios como “qué delicia, qué rico, te amo”.
Lo único que hace esto, es responder a una gran problemática en el fútbol femenil y es dejar de verlas como un objeto, dejar de pensar de manera morbosa, son futbolistas, nada más que eso. Sin duda alguna, lo importante es que rindan en cancha, no si son bonitas, ni nada por el estilo.